Arequipa es una de las regiones del Perú donde la trata de personas persiste en los últimos años, debido a las mafias de extranjeros, quienes traen a mujeres con engaños para prostituirlas, los casos se incrementaron hasta en un 30%, según advirtieron especialistas del Departamento de Psicología de la Universidad Católica San Pablo (UCSP).
La psicóloga forense y docente de la UCSP, Lisha Galagarza Pérez explicó que anualmente, desde 2022, esta problemática se incrementa entre un 20 % y 30 % por la migración extranjera que está vinculada a brazos de la organización criminal “Tren de Aragua”.
“En su mayoría (el Tren de Aragua) trae a sus víctimas con engaños desde Colombia y Venezuela, ofreciéndoles trabajo en diferentes áreas, aunque también hay otras personas que vienen a prostituirse; pero en ambos casos cuando llegan, les quitan sus derechos y amenazan con hacerles daño a sus familiares”, dijo.
Los derechos afectados son la libertad, integridad y dignidad, según la docente y también especialista de la Unidad de Asistencia Distrital de Atención a Víctimas y Testigos (Udavit) de la Fiscalía, María Arcos Náquira.
“El caso más recurrente en la trata de personas es el fichaje. Las mujeres son traídas desde el extranjero por unos 9 mil soles de costo por viaje. Ellas terminan de pagar este dinero, pero las mafias les piden más y si optan por escapar, saben que son vigiladas; aunque tienen la opción de denunciar estos casos”, sostuvo.
Por su experiencia, en la mayoría de casos que atendió, las víctimas son degradadas y su percepción se orienta a ser tratadas como “cosas” u “objetos”, por lo que algunas aceptan su condición vinculada a la prostitución.
Si son mayores de edad, algunas deciden continuar con las labores de servicio sexual, aunque Arcos advirtió que, generalmente, esta situación se da de manera forzosa, no obstante, las víctimas pueden efectuar su denuncia. Mientras que cuando se trata de menores de edad, estos casos sí deben ser atendidos por las autoridades para que las jóvenes puedan ser derivadas a su familia.
Cuando se realizan operativos policiales relacionados a la trata de personas, se observa que las víctimas son coaccionadas a aprenderse el discurso de que no son obligadas a ofrecer servicios sexuales o de compañía.
Según los informes del Ministerio del Interior, entre 2021 y 2023, en Arequipa se reportaron 582 casos de trata de personas, en comparación a otras regiones del sur del país como Puno (350), Tacna (210), Cusco (179) y Moquegua (17).
Recuperando a víctimas de trata de personas
La docente del Departamento de Psicología de la San Pablo, María Arcos, explicó que las víctimas de trata de personas sufren violencia física, psicológica, son abusadas por sus tratantes o incluso son obligadas a consumir drogas.
Por ello, cuando recuperan sus derechos, deben seguir un tratamiento en salud mental. “Cuando las víctimas son liberadas suelen tener depresión, trastornos, estrés postraumático, ansiedad, ideas suicidas y no confían en nadie”, sostuvo.
Además, recomendó que los tratamientos pueden ser orientados a la catarsis, liberando emociones contra imágenes de sus tratantes, asimismo, es aconsejable retomar las amistades que tenían y el contacto con la familia para recuperar la confianza en sí mismas y seguir un proyecto de vida.
Las especialistas advirtieron que las redes de trata de personas aprovechan que el control migratorio es deficiente, tanto en el norte como en el sur del Perú, y que las organizaciones criminales están “ganándole” la partida a las autoridades, precisó un informe de Encuentro.
Las especialistas Arcos y Galagarza coincidieron en que las redes sociales son los principales actores que propician el contacto que favorece a la trata de personas y el abuso sexual.