José Belaunde
El rancho de Izaguirre ubicado en Teuchitlán, Jalisco, a unas horas de la ciudad de Guadalajara, en México, se encuentra bajo la mira del mundo por el horroroso descubrimiento de un crematorio clandestino y centro de entrenamiento utilizado por el cartel de Jalisco Nueva Generación. Aquí retenían personas jóvenes inocentes para adiestrarlos o ejecutarlos.
Se trata de una finca ubicada en medio del campo que fácilmente pasaba desapercibida, pero dentro de sus muros se encontraba un campo de concentración para el reclutamiento de jóvenes capturados por el cartel.
Las autoridades realizaron un operativo en septiembre del 2024 donde atraparon a 10 personas y rescataron a dos rehenes. En la escena del crimen solo hallaron un cadáver, según los reportes.
Los Guerreros Buscadores de Jalisco, una organización de activistas conformada por familiares de personas desaparecidas por el narcotráfico, recibió una llamada anónima reportando las atrocidades cometidas dentro de esas instalaciones. Fue en ese entonces cuando se encontraron restos calcinados y pertenencias de varios desaparecidos.

Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República de México, mencionó que las acciones realizadas por las autoridades locales en septiembre y octubre no fueron las adecuadas y tuvieron demasiadas omisiones.
Se encontraron alrededor de 400 objetos, entre ellos zapatillas, mochilas, billeteras y cartas de despedida dirigidas a los familiares de las víctimas.
Engañaban a jóvenes para llevarlos al rancho Izaguirre en México
El narcotráfico utiliza variedad de engaños para atraer jóvenes a sus campos de reclutamiento forzado donde no vuelven a ser vistos. En estos campos son entrenados para enfrentarse a otros grupos delictivos o a las fuerzas del estado de México.
Actualmente, las puertas del rancho han sido abiertas para que familiares de las víctimas y personas de la prensa puedan ingresar. Sin embargo, ha habido quejas de que la evidencia ha sido manipulada y acomodada a tal punto que se asemeja a una visita guiada del museo.
Muchos acusan a las autoridades de hacer un esfuerzo por infravalorar los hechos. Los ciudadanos de Teuchitlán confiesan que viven en constante miedo y que el hallazgo de este “Auschwitz de México” ha dificultado aún más sus vidas.
Además, los habitantes de la zona tienen sospechas sobre las autoridades locales y temen que las recientes acciones hayan sido para encubrir la verdad.
