La macrorregión sur del Perú se posiciona como el núcleo estratégico de la minería nacional. Según la Cartera de Proyectos de Inversión Minera 2025, publicada por el Ministerio de Energía y Minas (Minem), esta zona concentra 26 iniciativas valorizadas en US$ 29,129 millones, lo que representa el 45.5% del total de inversiones proyectadas en el país.
Apurímac lidera la cartera con siete proyectos mineros que superan los US$ 11,000 millones en conjunto. Entre los más destacados se encuentran Los Chancas (US$ 2,600 millones), Hierro Apurímac (US$ 2,900 millones) y Reposición Ferrobamba (US$ 1,753 millones). Estas iniciativas convierten al departamento en un eje clave para la producción futura de cobre y hierro a gran escala.
En Arequipa, el portafolio minero supera los US$ 8,000 millones. Resaltan proyectos como Tía María (US$ 1,802 millones), Pampa de Pongo (US$ 1,781 millones) y la Optimización de Cerro Verde (US$ 2,100 millones). Asimismo, se incluye la ampliación del proyecto aurífero y argentífero Esperanza, que refuerza la diversificación de la oferta metálica de la región.
Moquegua aporta más de US$ 4,300 millones en seis proyectos, donde predominan las ampliaciones de operaciones ya existentes. Entre ellos destacan el aurífero San Gabriel (US$ 650 millones), Ampliación Ilo (US$ 1,354 millones) y Ampliación Quellaveco (US$ 850 millones).
En Cusco se encuentran proyectos estratégicos como Integración Coroccohuayco (US$ 1,500 millones), Quechua (US$ 1,290 millones) y la Optimización de Constancia (US$ 500 millones).
En Puno, las inversiones suman más de US$ 1,000 millones con proyectos como Reposición San Rafael (estaño, US$ 294 millones), Corani (plata, US$ 579 millones) y Ollachea (oro, US$ 126 millones). Tacna, por su parte, mantiene un papel relevante con la Optimización de Pucamarca (oro, US$ 106 millones).
Macrorregión Sur: Impulso económico y social
El dinamismo de la macrorregión sur no solo consolida al Perú como potencia minera, sino que también abre oportunidades para el desarrollo regional. Los proyectos implican generación de empleo directo e indirecto, encadenamientos productivos y mayores recursos fiscales que pueden destinarse a infraestructura social, salud y educación en beneficio de la población.
Con esta cartera de inversiones, el sur reafirma su condición de motor de la minería peruana, consolidándose como la zona más atractiva para el capital minero internacional y el crecimiento económico sostenible del país.