La Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) ha identificado que, al cierre de 2024, la economía de la región Arequipa logró revertir el resultado negativo de la primera mitad del año, cerrando con crecimiento leve de 0.2%, impulsado principalmente por el sector de Transporte (5.3%). Esto, de acuerdo con cifras del Instituto de Estadística e Informática (INEI).
El aumento del sector Transporte respondió, principalmente, al incremento en el flujo de pasajeros por vía terrestre, impulsado por la movilización de turistas durante la temporada de verano, los feriados de Fiestas Patrias y Navidad.
Asimismo, el aumento en la frecuencia de vuelos en el Aeropuerto Internacional Alfredo Rodríguez Ballón contribuyó positivamente a la actividad económica. De igual manera, el dinamismo del Terminal Portuario de Matarani favoreció la expansión del sector.
“Para sostener el crecimiento económico, es esencial invertir en una infraestructura vial, aeroportuaria y portuaria eficiente. De este modo, se fortalecerá la conectividad regional y se generará un efecto multiplicador en sectores clave como el comercio y el turismo.
Un ejemplo de ello es la próxima ampliación del Terminal de Matarani, que atraerá una inversión de 600 millones de dólares y permitirá la recepción de buques de mayor capacidad. Esta obra permitirá que Arequipa pueda encaminarse a ser un eje logístico fundamental para la exportación de minerales y el comercio exterior en la Macrorregión Sur”, señaló Patricio Lewis, investigador de REDES.
Economía crece, minería registra retroceso
Si bien los resultados económicos de la región fueron favorables, el sector minero, que contribuye con más de un tercio del crecimiento departamental, enfrentó un año desafiante.
Durante 2024, registró tres trimestres consecutivos de contracción y, aunque en el último trimestre logró un repunte del 3.1%, este crecimiento no fue suficiente para revertir la tendencia negativa, cerrando el año con una caída del 2.7%.
La tendencia a la baja respondió principalmente a la menor concentración de metal en la roca extraída, lo que afectó directamente la producción de cobre y molibdeno, dos de los metales más representativos. Asimismo, la extracción de zinc, plata y plomo registró retrocesos en distintos periodos del año debido a una menor producción por parte de las compañías mineras.
“La minería es el principal motor de la economía arequipeña y contribuye significativamente al empleo, ya que por cada puesto de trabajo directo en el sector se generan ocho empleos adicionales en otras áreas, debido a su alta demanda de servicios como logística y transporte”, precisó Lewis.
“Además, la minería formal constituye una fuente clave de ingresos fiscales, los cuales pueden destinarse a proyectos de desarrollo y bienestar social. No obstante, la falta de nuevos proyectos mineros y los retrasos en las exploraciones impiden que el sector alcance su máximo potencial”, puntualizó el especialista.
Economía peruana superó a sus pares latinoamericanos en crecimiento
Durante 2024, la economía peruana registró un crecimiento del 3,3%, consolidándose como una de las más dinámicas de América Latina junto a Brasil, que también alcanzó una expansión del 3,3%.
Este desempeño estuvo sustentado en el buen comportamiento de sectores clave como manufactura, transporte, comercio, agropecuario, minería e hidrocarburos, construcción, telecomunicaciones y electricidad.
A nivel regional, 21 departamentos lograron resultados positivos, destacando Puno con un crecimiento de 12,2%, seguido de La Libertad (6,2%), Loreto (5,2%), Lambayeque (4,7%), Lima (3,5%), Ica (3,1%) y Áncash (2,8%). Estos aportes regionales fueron fundamentales para sostener el dinamismo de la economía nacional.
No obstante, este crecimiento se vio atenuado por la caída en la producción de Pasco (-2,8%), Amazonas (-2,4%) y Ucayali (-0,8%), siendo Pasco el más afectado debido a la contracción de su sector minero, agravada por la suspensión temporal de operaciones en importantes yacimientos.
“Para sostener el crecimiento, es fundamental garantizar un entorno de confianza. La incertidumbre política y la inseguridad que vivimos todos los días limitan motores importantes de nuestra economía, como la inversión privada”.
“Es clave implementar políticas que promuevan estabilidad macroeconómica, fortalecimiento institucional y menos trabas burocráticas. Solo con un enfoque coordinado entre el sector público y privado se podrá consolidar un crecimiento sostenido y generar más oportunidades para la población”, concluyó Patricio Lewis de REDES.