Por César Palma Galindo
VIVENCIAS… Los duendes de mamá. No son de terror pero muchas historias hacen que se te ericen los pelos de la piel y dudas que inician temores que te persiguen a donde vayas, siempre preguntándote si te podría pasar lo que muchos te cuentan o a veces no te das cuenta que viviste un hecho sobrenatural hasta que te dicen: « Ahí no vive nadie».
Nací en Lima, cuenta la historia que en un hospital de barrios altos, mis padres residían en un departamento en Balconcillo del distrito de la Victoria, en el tercer piso donde muchos podrían inventar que algún suicidio se pudo dar, pero no.
El cuarto de servicio quedaba en la parte más profunda de la residencia, ahí dormía Silvestre, en esa época un personaje al servicio de la familia hoy un gran empresario.
Mi madre contaba que Silvestre decía que en su habitación penaban en la noche y escuchaba ruidos extraños y que sobre todo los oía en la lavandería y cocina que estaban cerca a su dormitorio.
Cuando nos regresamos a Arequipa Silvestre nos dejó y ese dormitorio se volvió del viejo Palma ya que los demás cuartos pasaron a mi abuela y a mi tía y déjenme decirles que a veces yo dormía ahí como un angelito, dormía tan cómodo que despertaba a desayunar casi a la una de la tarde en vacaciones de verano.
Pero las historias en ese departamento no acaban ahí, Teresita tenía la costumbre a veces de quedarse hasta tarde despierta, mi padre tenía de trabajo ser agente viajero, entenderán que el pasaba mas tiempo fuera en otras ciudades que en casa.
Una de esas noches yo aún bebé inocente fui atacado por duendes pues querían secuestrarme y fue en uno de esos intentos que mi madre me rescató.
Era de noche ( no recuerdo si mi ma tejía mirando televisión o solo tejía en la sala) pero cuenta ella que sintió que me quejaba y al ingresar al cuarto vio como mi cuerpo era arrastrado hasta el filo de la cama dejando los facinerosos mis ‘patitas’ colgando del filo de la cama, si fuese parte de un titular diría creo que diría «Infante no bautizado fue rescatado de secuestro por valiente madre que llegó a tiempo antes de caer de cama».

Pasaron los días y mi inocente cuerpo fue nuevamente perturbado por estos traviesos duendecillos, pues en otra de las historias de Teresita su cama estaba a lado de mi pesebre y una de esas noches sentía que me quejaba como si me faltara el aire y puso su mano sobre mi pecho.
Sorpresa se llevó cuando sentía como si tocara algodón, entonces nerviosa abrió los ojos y observó salir volando un espectro que ella reconoció como duende. Si bien no me bautizaron de inmediato, si lo hicieron con mi hermanita apenas nació. A mi esperaron hasta los casi nueve años. Hasta ahora me pregunto si esperaban la visita de un duende más fuerte que me lleve más rápido.
Vivencias: historias de duendes y gatos
Historias como estas uno escucha por montones, incluso en este momento a las tres de la mañana escucho sonidos raros en la calle que no pretendo curiosear porque estoy a punto de orinarme de miedo.¿ Alguno de ustedes escuchó historias de quienes trabajan en minas o choferes de taxi o carreteras?. En serio te hacen pensar que este tipo de historias son reales.
Amigos que recogieron a personas en el camino que no sabían quienes eran y después de bajar de su vehículo desaparecían en un abrir y cerrar de ojos o aquellos que veían duendes subiéndose a la maquinaria de noche en algún campamento minero.
Recuerdo también las historias que nos contábamos entre primos cuando vivíamos en la casa de cortaderas y perdón a los gatos pero justo por esas historias no los quiero de mascotas. Dicen que los gatos son felinos que pueden hablar y traen mensajes del más allá principalmente mensajes del señor Satán.
Y lo lamentable es que en esa casa del dormitorio que estaba en el segundo piso al baño era un camino largo en mi niñez y sobre todo pasar por la huerta y la sala donde estaba el cuadro del niño que llora, así que no nos movíamos porque para salir a hacer pis nos ponía en peligro de encontrarnos con un gatito que nos hable en plena oscuridad.
Gracias a Dios que no se dio lo del animalito que habla. Los perros son angelitos de Dios, perdón a los ‘catlover’.
Otra de las historias que nos comentaron nuestros papás fue aquella vez que asistieron a una sesión espiritista. En aquella oportunidad se anunciaba en las noticias el despegue del Challenger.
Pues fue en esa reunión tres días antes que ocurriera el fatídico accidente que los que asistieron fueron advertidos de esa tragedia. Hasta ahora no existe duda de que ahí se presentó un espíritu de verdad. La sesión espiritista se realizó en la ciudad natal de mi papá, Huacho.
Yo si creo en algo todos estos sucesos, y aun más creo que si algo pides convencido de que quieres que te pase se va a dar y lo digo con conocimiento de causa y aprendiendo a no desearme algunas cosas que se pueden cumplir.
Y tu dime si deseas, cual es tu deseo cumplido o cual es tu historia de duendes o fantasmas, comparte y veremos que en común hay entre historias. Gracias por leerme queridos duendes y duerman bien esta noche que como descendiente de brujos y al haber sido mordido por duendes no dudes que te miro y estoy en tu cama mientras sueñas. Hasta la próxima historia.