Un incendio de gran magnitud devastó el hotel Grand Kartal, ubicado en la estación de esquí de Kartalkaia, en el centro de Turquía, causando la muerte de 66 personas y dejando más de 50 heridos, según informaron las autoridades locales.
El incendio comenzó en el restaurante del hotel a las 03:27 (00:27 GMT), propagándose rápidamente por el edificio de 12 pisos construido con revestimientos de madera. En ese momento, el hotel albergaba a unos 238 huéspedes que se encontraban disfrutando de las vacaciones escolares.
Testigos reportaron escenas de caos cuando los huéspedes intentaron escapar del edificio en llamas. Imágenes captadas mostraron a personas utilizando sábanas y sogas improvisadas para descender desde las ventanas. Trágicamente, algunos de ellos murieron al saltar en un intento desesperado por salvarse.
Los bomberos enfrentaron grandes desafíos para controlar las llamas debido a la ubicación del hotel contra un acantilado y la rápida propagación del fuego. La estructura del edificio sufrió graves daños, lo que incrementó los riesgos de un colapso total durante las labores de extinción.

Incendio en hotel de Turquía: Investigación y detenciones
El ministro de Justicia, Yilmaz Tunç, informó sobre la detención de cuatro sospechosos, incluido el propietario del hotel. Seis fiscales han sido asignados al caso para investigar las causas del incendio y esclarecer responsabilidades.
Aunque aún no se determina con precisión el origen del fuego, las autoridades han iniciado investigaciones administrativas y judiciales.
El presidente Recep Tayyip Erdogan interrumpió un discurso durante el congreso del partido gobernante AKP para expresar su consternación por la tragedia: «Nuestro dolor es grande y nuestra angustia inmensa».
Además, Erdogan prometió implementar medidas firmes para garantizar que los responsables enfrenten las consecuencias y prevenir futuros incidentes.
Denuncias por falta de seguridad
Sobrevivientes y testigos señalaron la ausencia de medidas adecuadas de seguridad en el hotel, como alarmas, detectores de humo y escaleras de emergencia.
Baris Salgur, empleado de un hotel cercano, relató: «Escuché gritos alrededor de la medianoche, pedían mantas y decían que saltarían. Hicimos lo que pudimos, llevamos cuerdas, almohadas y un sofá».
Por otro lado, el ministro de Turismo, Nuri Ersoy, aseguró que el hotel contaba con dos salidas de emergencia y un certificado de seguridad contra incendios emitido por los bomberos. Sin embargo, las imágenes del lugar mostraron un panorama devastador, con cristales rotos, muebles calcinados y daños estructurales graves.
Los huéspedes evacuados fueron trasladados a hoteles cercanos mientras las autoridades trabajan para brindar apoyo a los afectados y sus familias. Este trágico incidente ha reavivado el debate sobre la necesidad de reforzar las inspecciones de seguridad en establecimientos turísticos y garantizar el cumplimiento de normativas para evitar tragedias similares.