Por César Palma Galindo
VIVENCIAS… Hoy te traje flores rojas con un corazón amarillo. Seguro que has preparado comida para todos por la visita del Papa Pancho. Me dio pena su partida, había que aprender mucho de él, sobre todo la apertura del verdadero amor a nuestros semejantes no importando su manera de pensar, su condición social o sexual. Un sacerdote de a pie y combi diría yo.
«No te alejes de Dios me decías los últimos días y trato de no hacerlo, pero que difícil es acercarse a las personas sin crear dudas o chismes infantiles«.
Ayer veía pasajes de la vida del padre Jorge y admiraba su sencillez para llegar a cada hombre, mujer o niño con quien conversaba, era un seguidor de Francisco de Asis, de ahí su nombre de apostolado, no será un hombre de santidad pero si alguien digno a seguir a pesar que por ahí no podríamos estar de acuerdo con algunas posiciones.
Pero lo justo es tener una Iglesia moderna con una congregación más cerca de la gente, compartir no quiere decir renunciar y eso es lo que muchos no entienden. Porque Cristo vino a la tierra a compartir amor y enseñar a pescar a un pueblo que necesitaba renunciar a la vanidad, la gula, la avaricia y la envidia.
Hoy no hemos cambiado mucho te diré sobretodo en la vanidad y la avaricia y eso creo como un simple cristiano, debe cambiar.
Jesús también nos enseñó a dar y no esperar nada a cambio. Ahora que vienen elecciones muchos se pelearan por dar un pequeño diezmo a cambio de una cámara que capte su sonrisa llena de hipocresía, cómo odiábamos eso de la gente.
VIVENCIAS… Cierro los ojos y te veo sirviendo con amor.
No te alejes de Dios, reza me decías. Esta semana fui a ver a la Virgen de Chapi y me llamó la atención la venta de agua bendita, «Los recursos serán para ayudar a los pobres» seguro dirán y en verdad no veo a Jesús embotellando sus bendiciones.
Las personas que asisten a ver a la Virgen lo hacen con fe, con la idea de estar cerca a través de su imagen y lograr su bendición y llevarla a su familia, pero la avaricia disfrazada de Marketing gana cada vez más espacio donde la empatía y la grandeza de la gente debe priorizar en un día que nos debe llevar a la reflexión y el verdadero amor al prójimo.
Si madre, la Iglesia debe modernizarse abrazando más personas que deseen en verdad compartir su fe y y apuesten por una verdadera comunidad que este dispuesta a dar sin recibir.
Hoy las calles estan llenas de personas indiferentes, robotizadas y hasta idiotizadas. Bueno Teresita yo guardo mi fe en el amor y cuando puedo ayudo hasta donde mi condición de humano puede dar. Eso me enseñaste tú.
Ojalá te gusten las flores rojas que te dejé con su corazón amarillo. Estoy seguro que mi tío Jorge me llamaría la atención por el desorden del florerito pero lo hice con todo el amor del mundo.
Cuidate mucho, ya prontito estaremos juntos para que me prepares mi frejol con seco o mis nubes. Te quiero mucho mamita. La próxima semana hablaremos de política. Besos hasta el cielo Teresita.