Por Wilfredo Mendoza Rosado
Creo que…como bien señala el título de esta columna, necesitamos tanto de la amistad como del amor. Ambos brindan el necesario equilibrio emocional , para andar y desandar los a veces tortuosos caminos de la vida. Es decir, emocionantes subidas como las necesarias caídas, que muchas veces determinan la manera de enfrentar el diario vivir. Andares y desandares.
En las últimas semanas, he vivido un carrusel de emociones, a propósito de la amistad, que como bien decía Borges, “La amistad no necesita frecuencia, el amor sí, pero la amistad no”. En el primer caso, transcurrieron unas 4 décadas, para reencontrarnos, con amigos del colegio. Obvio nombres, los amigos de toda la vida, lo saben.
Es complicado, tratar mediante palabras, describir las emociones encontradas, cuando el pasado se reencuentra con el presente, y uno vuelve a vivir, los años de juego, de fulbito, de canicas, de los primeros amores juveniles. En buen romance, el bagaje que nos permitió afrontar contra viento y marea, los azares de nuestra existencia.
Recuerdo una bella canción que a la letra dice: “Los caminos de la vida / No son lo que yo pensaba / No son lo que yo creía/ No son lo que imaginaba/ Los caminos de la vida / Son muy difícil de andarlos / Difícil de caminarlos…” Este día no venimos a rendir cuentas a nadie, sobre nuestros caminos de la vida, Cada quien sabe sobre sus aciertos y sus desaciertos.
Los verdaderos amigos nunca se separan, quizá en la distancia, pero nunca en el corazón. Estoy seguro que muchos no nos vemos, eso no importa. Lo verdaderamente importante es lo que guardamos en el corazón. Además los amigos, y para estar a tono con los modernos tiempos que vivimos, la verdadera amistad es cuando entras en su casa y tu WiFi se conecta automáticamente. Es la verdad.
Luego, casi casi paralelo, una reunión con los amigos de la universidad. Cita donde uno valora la auténtica amistad como el amor, que al fin y al cabo, son los elementos imprescindibles, para sortear con mayor o menor éxito, los quiebres que todos afrontamos.

Creo que .. No imagino al ser humanos, sin amigos y sin amor
La verdad, no imagino a ser humano, sin amigos y sin amor (cualquiera que sea este). Aunque deben existir miles, sino vemos a diario la dosis de violencia y más violencia que existe y se sigue propagando por doquier, ya que la amistad es el bálsamo necesario que nos permite valorar los buenos sentimientos, los gestos, las acciones. Todo aquello que nos hace buenas o malas personas. Muy simple.
Al final si soy honesto, no tengo 1 millón de amigos como Roberto Carlos, apenas unos cuantos. Contados con los dedos de la mano. Son pocos, pero los suficientes para ser feliz. Al final, todo el mundo oyen lo que dices. Los amigos escuchan lo que dices. Los mejores amigos escuchan lo que no dices.
“Un barco frágil de papel,/ parece a veces la amistad /pero jamás puede con él / la más violenta tempestad / porque ese barco de papel,/ tiene aferrado a su timón / por capitán y timonel: /un corazón ( A mis amigos de Alberto Cortez)