Por: Wilfredo Mendoza Rosado
Creo que… A la escritura de estas torpes líneas, termino de saludar a mi amigo Eduardo, por su cumpleaños, con quien emprendimos juntos, el sueño de querer ser Periodistas, así, con mayúsculas, es decir contar y bien, las historias de otros, las nuestras no importan. Siempre le he recordado, que gracias a él, ingresé como practicante a diario Correo. Hace una buena cantidad de años.
Lo que trato de contar , como él me dijo, “ese era tú destino mi hermano”. Por consiguiente voy al quid de la casualidad o la causalidad. En el mismo contexto, vía el bendito WhatsApp, converso con una amiga que vive en una isla lejana, y llegamos a una conclusión, “cierto, sigo postergando mis sueños…” Le digo, ¿hasta cuándo.
¿Ese es su destino?, solo ella lo sabe, quizás la causalidad, le pasó muy de cerca y no lo notó. A veces, sucede y muy frecuentemente.
Una tarde volteé a ver los libros que tengo en el librero, se me iluminaron los ojos, y en mi cabeza sonó la frase: “si algún día te pierdes, búscate en las cosas que amas”.
Todos, alguna vez nos hemos sentido perdidos en los intrincados caminos de la vida, pero tenemos que encontrarnos en las cosas que amamos. En los gestos, en las rutinas, en los detalles, en todo quizás en nada.
Casi casi, en paralelo, converso con una amiga de mi hija, de apenas 12 años, y me responde que “me gustaría estudiar Arqueología, siempre me ha gustado…” Solo atino a indicarle, “persigue tus sueños”.
En buen romance, felizmente, mi madre, me acompañó en mis sueños de ser Periodista y luego Catedrático. ¿Fue mi destino?.
Tú que me lees amigo y amiga, puedes haber tenido una frustración amorosa, laboral, con tus amigos, con tus hijos. Esos reveses., que no siempre aquilatamos, que nos hunden en la depresión.
O es que seguimos los sueños de otros, la pareja, un amigo, etc. ¿Eso quieres para el resto de tu vida? «Los sueños no se hacen realidad por arte de magia; se necesita sudor, determinación y trabajo duro.» Colin Powell.
Algo que he aprendido, en este camino, es que los sueños, cuestan esfuerzo, no solo físico, sino ese tipo de esfuerzo, que no siempre estamos dispuestos a hacerlo, y así vamos caminando al vaivén de los días, sin ton ni son. «Sueña en grande y atrévete a fallar.» – Norman Vaughan.
Dada mi extremada timidez juvenil, jamás me imaginé vivir de hablar o escribir, historias ajenas, hoy luego del largo camino transitado, me percato que otro era mi destino, pero terco como una mula, seguí el camino contrario, hasta hacerlo transitable, solo porque perseguí mis sueños, no los de otros u otras, jajaja.

Creo que… «Si tienes un sueño protégelo»
Para ir cerrando estas palabras, mi amigo Eduardo, me ayudó en el camino. Mi otra amiga lejana, recién está despertando para encaminar sus sueños, tantos años postergados, y sobre la amiguita, ojalá tenga la decisión, para ir contra la corriente, porque si algo he aprendido, es buscarme en los lugares que amo.
«Nunca dejes que alguien te diga que no puedes hacer algo. Si tienes un sueño, protégelo.». En busca de la felicidad (película). Más de una vez, me predestinaron, ser “siempre un ´perdedor”.
Nunca lo fui, y aunque no tengo el millón de amigos de Roberto Carlos o no me saco la Tinka, luego de muchos reveses, he logrado encontrar mi camino, que no es otro, que aquel que uno elige. Menos mal, que la causalidad y mis amigos y mis libros, siempre me apoyaron. Sin saberlo, lo hicieron.
«Cada gran sueño comienza con un soñador. Siempre recuerda que tienes dentro de ti la fuerza, la paciencia y la pasión para alcanzar las estrellas y cambiar el mundo.». Harriet Tubman. Siempre recuerdo que a los 16 años, Bill Clinton, soñó que algún día, iba a ser presidente de Estados Unidos.
Contra todo pronóstico, pobre, y con el apellido de su padrastro, cumplió y luchó por su sueño. En el cierre, si tú, hey tú, sigue tus sueños, solo síguelos, el tiempo te dará siempre la razón. Hasta la próxima.