Por: Sarko Medina Hinojosa
Cordillera de Palabras… España está de luto. Más de 215 muertos (y contando) más decenas de desaparecidos por una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que ha devastado principalmente Valencia. No importa que sean españoles o que estén al otro lado del mundo, el dolor humano es universal y las tragedias no conocen fronteras.
Mientras los políticos españoles se lanzan acusaciones entre sí y algunos aprovechan la tragedia para sus propios fines, como siempre ocurre, las familias buscan a sus seres queridos entre el lodo y los escombros.
Me recuerda tanto a nuestras propias tragedias, cuando la naturaleza nos recuerda nuestra fragilidad y la política muestra su cara más mezquina.
La temporada de lluvias se acerca en el Perú, y con ella, el riesgo de huaicos y desbordes. ¿Estamos preparados? La respuesta, dolorosamente obvia, es no.
Valencia, en España, con toda su infraestructura del primer mundo, sucumbió ante las lluvias torrenciales. ¿Qué podemos esperar nosotros con nuestras quebradas activadas, nuestros cauces invadidos y nuestras defensas ribereñas a medio construir?
Las imágenes de Valencia son un espejo del futuro que podríamos enfrentar: centros poblados convertidos en pampas de lodo, barrios enteros bajo el agua, familias buscando a sus desaparecidos.
No es una película de desastres, es la realidad que nos espera si no tomamos medidas ahora. Solo de recordar la desgracia que ocurrió en Secocha nos debería alertar que no estamos lejos de una tragedia de esa magnitud.

Lecciones de España… La naturaleza no discrimina entre ricos y pobres
La naturaleza no discrimina entre ricos y pobres, entre españoles y peruanos. Las lluvias caerán, los ríos se desbordarán. La única diferencia está en cómo nos preparamos para enfrentarlos.
Las tragedias de otros deben ser nuestras lecciones, antes de que sea demasiado tarde. Recordemos que, en Arequipa, muchas de las quebradas y torrenteras están flanqueadas por casas y cemento que no permiten que el agua discurra con normalidad ante una lloclla.
La pregunta no es si ocurrirá, sino cuándo. Y cuando ocurra, ¿seremos capaces de responder mejor que Valencia? ¿O seguiremos improvisando entre el lodo y las lágrimas?.
En estos momentos nuestras autoridades tienen la palabra, el megáfono, los micros de los medios y, si les sirven, aunque sea esta columna para que nos indiquen qué obras de prevención se están o estarán desarrollando en este mes de ‘chepi’ (tregua) que nos da la naturaleza.