Por Sandra Bellido Urquizo
¿Y Ahora qué?…. La presidenta Dina Boluarte ha estampado su nombre en las placas de inauguración de obras emblemáticas como el megapuerto de Chancay, la nueva terminal del aeropuerto Jorge Chávez y numerosos colegios bicentenarios. Además de tener un país económicamente estable a comparación de otros países sudamericanos, gracias a la gestión del Banco Central de Reserva.
Sin embargo, su gestión enfrenta una desaprobación histórica. Una reciente encuesta de la Compañía Peruana de Estudios de Mercado y Opinión Pública (CPI) le da una probación de solo 2,4% siendo el género femenino y la zona sur del país, los que más la desaprueban.
A nivel sudamericano, Boluarte se posiciona como la presidenta con mayor desaprobación, superando incluso a cuestionados mandatarios como Nicolás Maduro de Venezuela y Luis Arce de Bolivia.
Al asumir la presidencia en diciembre de 2022, Boluarte contaba con una aprobación del 20%. Sin embargo, su popularidad ha disminuido drásticamente debido a diversos factores.
Uno de los escándalos más significativos que ha afectado la imagen de la presidenta Dina Boluarte es el relacionado con las cirugías estéticas a las que se sometió en junio de 2023.
La polémica se intensificó al conocerse que la presidenta estuvo ausente de sus funciones entre el 29 de junio y el 9 de julio de 2023, sin informar oficialmente al Congreso ni delegar sus responsabilidades, lo que ha sido interpretado por algunos sectores como un posible abandono del cargo.
Otro escándalo está relacionado a los “Rolex”, donde se le acusó de usar relojes de lujo no declarados, supuestamente prestados por el gobernador de Ayacucho, Wilfredo Oscorima. Aunque Boluarte admitió haber cometido un error, el Congreso archivó la denuncia constitucional en su contra.
¿Por qué la ciudadanía tiene una percepción tan negativa de Dina Boluarte?
Aunque ha habido mandatarios que han utilizado su poder para enriquecerse ilícitamente, ¿por qué entonces la ciudadanía tiene una percepción tan negativa de Dina Boluarte?.
Sin duda, lo que ha perjudicado más su imagen es la falta de medidas efectivas contra la inseguridad ciudadana. En marzo de 2025, el 69% de los encuestados evaluó como muy mala la forma en que Boluarte y su equipo enfrentan la delincuencia.
Otro aspecto crítico son los acuerdos tras bambalinas, pactados lejos del escrutinio público, que tienen como objetivo asegurar la permanencia tanto de Dina Boluarte como de los congresistas hasta el 2026, pese al rechazo ciudadano.
La combinación de escándalos de corrupción en los que también está involucrado su hermano y su entorno, promesas incumplidas y una creciente percepción de inseguridad ha erosionado la legitimidad de Boluarte ante la ciudadanía. Esta situación plantea serios desafíos para la estabilidad democrática del país.