Este 23 de junio se cumplen 22 años del terremoto en Arequipa, de aquel sábado que a las 15:33 horas, la tierra tembló dejando zozobra y miedo en toda la población arequipeña. «Dios está con nosotros», decían en las calles, ya que el temblor fue un día que no había clases escolares.
La tarde de ese sábado, el terremoto de magnitud 8.4 con epicentro a 82 kilómetros de la costa de Camaná, sacudió la región sur del Perú, dejó una profunda huella en la región, causando luto, destrucción y un sinfín de desafíos para la reconstrucción.
El sismo provocó la destrucción de miles de viviendas, principalmente en las zonas rurales de Arequipa, Moquegua y Tacna. También se registraron daños considerables en la infraestructura urbana, incluyendo hospitales, escuelas y edificios históricos.
Pero ¿Cuánto hemos aprendido?, a pesar que se realizan simulacros, es poca la participación de la población arequipeña
Terremoto en Arequipa: 83 personas fallecidas
El terremoto de Arequipa dejó un saldo de 83 personas fallecidas, más de 2.800 heridos y alrededor de 320.000 damnificados. Miles de personas se quedaron sin hogar y la economía de la región se vio seriamente afectada.
Muchas de las personas que perecieron, fueron en la misma ciudad de Arequipa, aquellos que vivían en precarias viviendas que terminaron derrumbándose tras el terremoto.
La peor tragedia se vivió en Camaná, pues tras el sismo, el mar se recogió unos 200 metros, pero a los minutos causó un maremoto que terminó matando a más de 20 personas. El balneario de La Punta literalmente desapareció.

La dura reconstrucción
Tras el terremoto, se desplegó una gran operación de ayuda humanitaria para atender a los damnificados. El gobierno peruano, con el apoyo de la comunidad internacional, trabajó arduamente en la reconstrucción de las zonas afectadas.
La reconstrucción fue un proceso largo y complejo, que tomó varios años. Sin embargo, también se convirtió en una oportunidad para mejorar la infraestructura y la planificación urbana de la región, con el objetivo de hacerla más resiliente a los desastres naturales.
Uno de los monumentos más dañados fue la Catedral de Arequipa, una de las torres terminó cayéndose, la segunda torre tuvo varios daños. El proceso de reconstrucción duró más de 2 años.

Las lecciones que dejó el terremoto
El terremoto de Arequipa dejó una serie de lecciones aprendidas que siguen siendo relevantes hoy en día.
La importancia de la prevención, la construcción de infraestructuras sismorresistentes, la preparación para emergencias y la respuesta rápida y eficaz ante desastres naturales son aspectos que deben ser constantemente reforzados.
Lamentablemente, la participación de las personas en los simulacros programados, no es al 100% demostrando que la gente no está preparada para un otro movimiento telúrico de grandes proporciones, como el ocurrido en el 2001..