El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) ha emitido una alerta naranja para Lima y diversas regiones del país debido a un fenómeno meteorológico que se presentará desde el lunes 8 hasta el miércoles 10 de septiembre. El evento, que tendrá una duración de 61 horas, traerá consigo un notable aumento de las temperaturas diurnas y ráfagas de viento que podrían superar los 45 km/h, especialmente por las tardes.
Según la ingeniera Rosario Julca, especialista en meteorología del Senamhi, este cambio de clima se debe a la llegada de una masa de aire frío y seco proveniente del océano Pacífico. Julca explicó que «este fenómeno ocasionará cielos despejados tanto durante el día como en la noche», lo que provocará un ascenso de las temperaturas durante las horas del día y un descenso considerable durante la noche, principalmente en la sierra centro y sur del país.
Senamhi: regiones afectadas y previsión de temperaturas
El Senamhi detalló que las temperaturas máximas para los próximos días variarán entre los 19°C y 30°C, dependiendo de la región. Para el lunes 8 de septiembre, se espera que en la sierra centro las temperaturas lleguen a un máximo de entre 20°C y 30°C. El martes 9, se reportarán temperaturas entre los 19°C y 28°C en la sierra norte, 20°C a 30°C en la sierra centro y 20°C a 29°C en la sierra sur. El miércoles 10, las temperaturas en la sierra norte oscilarán entre los 19°C y 28°C, en la sierra centro entre 20°C y 30°C, y en la sierra sur entre 18°C y 28°C.
Las regiones que se verán afectadas por este fenómeno incluyen Áncash, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica, Ica, Junín, La Libertad, Lima, Moquegua, Puno y Tacna.
Recomendaciones ante el cambio de temperatura
Ante las variaciones de temperatura que se prevén, el Senamhi ha recomendado tomar medidas preventivas, especialmente para los grupos más vulnerables, como niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Entre las recomendaciones, se incluye el uso de ropa adecuada, ventilar los ambientes durante el día y abrigarse por la noche para mitigar los efectos del descenso térmico.