La reciente visita de la presidenta Dina Boluarte a Chiclayo, el pasado 21 de julio, generó una fuerte reacción de rechazo por parte de ciudadanos de la ciudad, quienes expresaron su descontento durante la presentación oficial de la llamada «Ruta del Papa León IX». La actividad, organizada por el Gobierno como parte de una estrategia de promoción turística, fue interpretada por los manifestantes como un intento de limpiar la imagen de la mandataria.
La protesta se desarrolló en la Plaza de Armas de Chiclayo, lugar donde Boluarte estuvo acompañada por la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Elizabeth León. A pesar del acto oficial, los ciudadanos presentes no dudaron en expresar su indignación. Entre las principales críticas, denunciaron que el evento fue utilizado como una “cortina de humo” para desviar la atención de los verdaderos problemas que afectan a la región.
Protesta en Chiclayo: ¿Cómo se manifestaron los ciudadanos?
Uno de los manifestantes señaló que la población no necesita autorización para alzar la voz, y afirmó que la movilización era una muestra de dignidad frente a autoridades que, según él, actuaban de mala fe al montar lo que consideró un espectáculo. Explicó que la actividad del Ejecutivo coincidía con fechas simbólicas para el país, y que su intención era conmemorar la patria y la libertad, no participar en un acto que consideraban ajeno a sus prioridades.
Otra de las asistentes alzó su voz para recordar los cuestionamientos que enfrenta Boluarte, especialmente por su papel durante las protestas en el sur del país. Afirmó que Chiclayo no respalda a la presidenta y que su presencia no era bienvenida. Según dijo, la mandataria no mostró disposición para acercarse a los ciudadanos ni responder a sus demandas. También recordó episodios trágicos como los de La Cantuta y Barrios Altos, asegurando que la ciudad no sería cómplice de más violencia.
Finalmente, los manifestantes coincidieron en criticar que mientras se lanza una iniciativa turística como la Ruta del Papa, la ciudad enfrenta problemas urgentes, como el colapso de los sistemas de agua y desagüe. Una de las voces presentes aseguró que lo que buscan imponer desde el Gobierno es “un circo”, y que la población se levantaba porque Chiclayo se está “pudriendo” por el abandono estatal.
La jornada dejó en claro que, más allá del evento oficial, la visita presidencial no logró acercar a la mandataria con los ciudadanos de la región, quienes reclamaron ser escuchados en sus verdaderas necesidades.