Comunidades indígenas en peligro. Un grave brote de tos ferina en la provincia del Datem del Marañón, en Loreto, ha dejado al menos 12 menores fallecidos y más de 575 casos reportados, según representantes de siete etnias amazónicas.
Ante la rápida expansión de la enfermedad y la limitada capacidad del sistema de salud local, líderes indígenas exigen que el Gobierno declare la emergencia sanitaria para acelerar la ayuda médica y financiera.
Comunidades indígenas en crisis
Los fallecidos pertenecen principalmente a las etnias Kandoshi (10) y Andoas (2), todos menores de cinco años. Guillermo Sundi Akumbari, líder Kandozi, alertó que la mayoría de los afectados no están vacunados debido a las barreras geográficas y culturales. Señaló que necesitan campañas de salud en sus lenguas y un plan de desarrollo con enfoque intercultural.

Resistencia a la vacunación y falta de acceso
Zoila Chi, de la Red de Salud Datem del Marañón, explicó que muchos padres rechazan la vacuna pentavalente por sus fuertes efectos secundarios (fiebre, dolor e inflamación), agravados por la falta de medicamentos en zonas remotas. A esto se suma la desconfianza por la ausencia de información en idiomas nativos y la poca presencia del Estado.
Las pruebas de diagnóstico tardan hasta 10 días en procesarse, retrasando el tratamiento. Además, las brigadas médicas enfrentan enormes desafíos para llegar a comunidades alejadas, donde el transporte es fluvial y no hay infraestructura básica.
César Ramal, infectólogo del Hospital Regional de Loreto, destacó que atender estas zonas es «tremendamente costoso» y requiere una estrategia permanente.
Pese a las demandas, el ministro de Salud, César Vásquez, ha descartado declarar la emergencia. Expertos como Juan Carlos Celis, infectólogo de EsSalud, critican la falta de planificación en las campañas de vacunación y la reducción de presupuestos, que profundizan la crisis.
Mientras tanto, las comunidades indígenas piden acciones inmediatas para frenar un brote que sigue cobrando vidas.