En una ceremonia solemne celebrada este domingo 18 de mayo en la plaza de San Pedro, el papa León XIV dio inicio oficialmente a su pontificado con un mensaje enfático en favor de una Iglesia unida, solidaria y comprometida con los más pobres y con el cuidado del planeta.
En su primera homilía como sumo pontífice, el nuevo obispo de Roma hizo un llamado a los fieles a combatir el odio, la violencia y la exclusión que caracterizan al mundo moderno.
“Quisiera que este fuera nuestro primer gran deseo: una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado”, expresó el papa ante miles de fieles y más de 150 delegaciones internacionales congregadas en el Vaticano.
Sus palabras resonaron como una invitación a dejar de lado las divisiones internas y caminar juntos “como una única familia”.
Durante su homilía, León XIV también se refirió a las estructuras económicas globales que, según él, “marginalizan a los pobres y explotan los recursos de la Tierra”.
Afirmó que “esta es la hora del amor” y recordó que el centro del Evangelio es la caridad, la misma que debe inspirar a todos los creyentes a trabajar por una sociedad más justa y fraterna.
El nuevo pontífice se presentó ante el mundo con un tono humilde y cercano. “Fui elegido sin tener ningún mérito y, con temor y trepidación, vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría”, dijo desde el altar mayor de la plaza de San Pedro.
Su mensaje estuvo cargado de simbolismo, llamando a tender puentes entre religiones y a fortalecer la comunión con otras Iglesias cristianas.
“Miren a Cristo, acérquense a Él, acojan su Palabra que ilumina y consuela”, insistió León XIV, instando a todos los creyentes a formar parte activa en la transformación del mundo.
Según el papa, la Iglesia debe ser una levadura de unidad, fraternidad y reconciliación en medio de un contexto global marcado por conflictos y exclusiones.
Además, León XIV recordó el fallecimiento de Francisco que dejó un gran dolor, tras lo cual recibió un gran aplauso de los fieles.
Papa León XIV: la promesa de obediencia
Uno de los momentos más significativos de la ceremonia fue el rito de la promesa de obediencia, que tradicionalmente realizaban los cardenales, pero que en esta ocasión fue protagonizado por 12 personas en representación de toda la Iglesia católica, entre ellos el obispo peruano de Callao, Luis Alberto Barrera.
Este gesto subraya el espíritu de cercanía y renovación que busca transmitir el nuevo papa.
Tras recibir el palio y el Anillo del Pescador, símbolos de su autoridad como sucesor de Pedro, León XIV bendijo a la multitud y concluyó su mensaje con un llamado a la esperanza. «Caminen conmigo por el camino del amor de Dios», dijo.
Así comenzó oficialmente el pontificado de un papa que se propone guiar a la Iglesia por la senda de la unidad, la justicia y la paz.