Nicolás Maduro fue juramentado este viernes 10 de enero como presidente de Venezuela para el período 2025-2031 por la Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo. Durante el acto, celebrado en el Parlamento, Maduro prometió “inaugurar un nuevo período de paz, prosperidad y nueva democracia”.
Sin embargo, su legitimidad es cuestionada por la oposición, que asegura que Edmundo González Urrutia ganó los comicios del pasado julio.
El mandatario asumió el cargo jurando sobre un ejemplar original de la Constitución de 1999, firmada por el fallecido Hugo Chávez. Al acto asistieron altas figuras del oficialismo, como el fiscal general Tarek William Saab, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia Caryslia Rodríguez, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
Nicolás Maduro: la oposición reclama la victoria de González Urrutia
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que aglutina a la oposición, insiste en que González Urrutia fue el legítimo ganador de las elecciones y asegura haber reunido “el 85 % de las actas electorales” como evidencia de su triunfo.
Dichos documentos fueron publicados en una página web y respaldados por testigos y miembros de mesa. Sin embargo, el Gobierno descalifica estos resultados, calificándolos de “falsos”.
Por su parte, González Urrutia ha reiterado que jurará como presidente en próximos días. En respuesta, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, reafirmó su lealtad y la de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a Maduro, asegurando la continuidad del gobierno chavista.
EE.UU. aumenta recompensa por la captura de Maduro
En un nuevo giro de tensiones internacionales, el gobierno de Estados Unidos incrementó este viernes la recompensa por información que lleve a la captura de Nicolás Maduro de 15 a 25 millones de dólares.
La medida se enmarca en una serie de sanciones impuestas por la Administración de Joe Biden tras la controvertida juramentación de Maduro.
Asimismo, EE.UU. ofrece 25 millones por información que permita arrestar al ministro del Interior, Diosdado Cabello, y 15 millones por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
Esta acción refleja el endurecimiento de la política estadounidense frente al régimen venezolano, al que acusa de “golpe de Estado” tras la proclamación de Maduro como presidente.
