Una fuerte nevada sorprendió al Centro Poblado de Pallatea, ubicado en el distrito de San Cristóbal Calacoa, provincia Mariscal Nieto, en Moquegua, durante la madrugada del 1 de mayo, provocando graves afectaciones a la ganadería local (hay varios animales fallecidos).
La intensa caída de nieve causó la muerte de camélidos sudamericanos y ha dejado en estado de emergencia a cerca de 40 familias que viven a más de 4,300 metros sobre el nivel del mar.
Rosa Dora Huacho Cuayla, docente de la Institución Educativa N°43182 de Pallatea, advirtió que tanto niños como adultos mayores necesitan con urgencia ropa abrigadora, botas, lentes, vacunas y asistencia médica, así como forraje, pacas y vitaminas para los animales que enfrentan el implacable frío.
La situación es especialmente crítica para los ganaderos, quienes han perdido parte de sus animales por hipotermia. La profesora también denunció la inacción del alcalde del distrito de San Cristóbal Calacoa, Claudio Vizcarra, quien —según afirma— no visita Pallatea desde el año pasado, a pesar de que la zona fue declarada en emergencia por la temporada de lluvias.
Tampoco se ha recibido apoyo alguno por parte de la Dirección Regional de Agricultura de Moquegua, encabezada por Prescilio Mamani, que no habría tomado medidas preventivas ante las heladas en esta zona altoandina.
Pobladores de Pallatea piden ayuda tras nevada
Frente a este panorama, los pobladores exhortan a las autoridades a no concentrar sus esfuerzos solo en otras zonas como la provincia General Sánchez Cerro y atender también a Pallatea. “Estamos sufriendo. Los animales necesitan alimentos, vitaminas, algo contra la neumonía. Ni leña tenemos en medio de esta nevada que no va a parar”, lamentó el poblador Agapito, en un llamado desesperado.
Por el momento, la única respuesta ha sido la de la Oficina de Gestión de Riesgo de Desastres de la Municipalidad Provincial de Mariscal Nieto, que ha tomado conocimiento de la emergencia y, según coordinaciones preliminares, prestaría atención a la zona dentro de un plazo de una semana. La población teme que esta demora agrave aún más la situación.