A mitad de la década pasada los suizos impusieron medidas para evitar comprar oro ilegal de Perú, sin embargo, el comercio internacional de la minería ilegal de Madre de Dios ha encontrado nuevas rutas para que este siga llegando.
Por: Roberth Orihuela (Pancarta.pe)
Visto desde el cielo, el río Pariamanu asemeja a una infinita serpiente dorada ondulante a través del manto verde de la selva de la región Madre de Dios, en la zona suroriental del Perú.
El brillo de la tarde acentúa el color turbio de sus aguas; como si en verdad estuvieran bañadas en oro, ese precioso y valioso mineral que miles de personas acuden frenéticamente a robarle al afluente.
Aquí y en casi toda la selva peruana la actividad minera es ilegal, pero Pablo Inuma, presidente del Consejo Indígena de la Zona Baja de Madre de Dios (Coinbamad), cuenta alrededor de 200 dragas —estructuras compuestas por motobombas que succionan la tierra de los ríos para lavar el mineral de oro— trabajando día y noche, desde el ingreso del río Pariamanu hasta el cruce con el río Pariamarca; mientras navegamos por un tramo de casi 80 kilómetros.
El líder indígena asegura que la minería ilegal ha incrementado en los últimos diez años trayendo consigo no solo contaminación, sino también otros problemas comunes de este sector, como prostitución, robos a mano armada y hasta amenazas de muerte para las comunidades que viven cerca.
Todos los días cientos de personas salen con al menos 20 gramos de oro en sus bolsillos cada una, y otra cantidad parecida ingresa a relevar el trabajo. Todo a vista y paciencia de las autoridades de la Policía, la Marina y el Ejército peruanos.
De acuerdo con cifras del Proyecto de Monitoreo de los Bosques Amazónicos (MAAP), un portal dedicado al monitoreo de la Amazonia en Latinoamérica, la actividad minera ilegal, junto a otras como la tala indiscriminada, arrasaron entre 2018 y 2023 más de 135 mil hectáreas de bosques de Madre de Dios. Y en los últimos 20 años ya van sumando más de 300 mil hectáreas arrasadas.
Pancarta.pe llegó hasta este lugar y comprobó que Pariamanu se ha convertido en un nuevo foco de minería ilegal, donde la fiscalización de la autoridades es casi inexistente.
El oro es vendido por los productores a los acopiadores, quienes lo canalizan a través de empresas exportadoras, algunas de ellas investigadas por el Ministerio Público por lavado de activos y tráfico ilegal del mineral en la última década.
Finalmente es enviado hacia la India, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y hasta Bélgica, desde donde nuevamente se manda al centro mundial del oro: Suiza.

Minería ilegal: destino final Suiza
De acuerdo con cifras de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria y Aduanas (Sunat), el año pasado las exportaciones de oro declarado con origen de Madre de Dios alcanzaron las 2.4 toneladas.
Pero esto contrasta con la producción declarada por los mineros ante el Ministerio de Energía y Minas (Minem), que registra solo 1.4 toneladas en el 2023; casi la mitad.
El gerente ejecutivo del Instituto Peruano de Economía (IPE), Victor Fuentes, explica que este desfase entre la producción y las exportaciones ya son una muestra de que existe actividad ilegal.
“Nosotros tenemos una cantidad de oro que ha sido registrado por las autoridades como exportaciones, y lo contrastamos con la producción que registran. Esa diferencia es oro ilegal”, dijo.
Víctor Fuentes recuerda que antes del 2016 gran parte del oro ilegal producido en la selva amazónica, principalmente de Madre de Dios, era enviado hacia Suiza directamente. En 2015 el clímax de exportaciones alcanzó las 4.1 toneladas.
Pero luego del escándalo de Metalor, la mayor refinadora de oro en el mundo con base en Suiza, por comprar “oro sucio” del Perú y su Amazonía, las exportaciones cayeron debido a las regulaciones que el país europeo inició para controlar la cadena de suministro del oro. Desde entonces han vuelto a incrementarse, hasta llegar a más de 2.4 toneladas en 2023.
Pancarta.pe analizó datos de los portales Trade Map y el Observatorio de Complejidad Económica, que recopila la información de comercio exterior de países de todo el mundo.
El caso de Emiratos Árabes Unidos es el que más resalta.
Se encontró que Perú es uno de sus 25 principales abastecedores de oro. Entre 2015 y 2023 las exportaciones han crecido de apenas 140 kilos hasta más de 20.5 toneladas. Y en total han salido más de 142 toneladas de oro hacia este país del medio oriente desde el 2012, cuando empezaron las exportaciones desde Perú; lo que han sumado más de US $ 5.7 millones en comercio.
De igual forma, el comercio desde EAU hacia Suiza también ha incrementado. En 2015 era de 2.7 mil millones de dólares, pero para el 2023 sobrepasó los 9.6 mil millones de dólares convirtiéndose en el segundo proveedor de oro luego de Estados Unidos. Un crecimiento de más del triple en solo 8 años.
