El tiroteo que este jueves mató a al menos 15 personas e hirió a otras 24 en pleno centro de Praga ha conmocionado a la sociedad de la República Checa, donde este tipo de crimen es hasta ahora muy inusual.
El pánico cundió en la Universidad Carolina de Praga y sus turísticas inmediaciones cuando David K., un estudiante de 24 años, comenzó hacia las 14.30 horas a disparar de forma indiscriminada contra sus compañeros de la Facultad de Filosofía.
Al oír gritos y el ruido de los tiros, muchos estudiantes se encerraron en las aulas y filmaron con sus teléfonos móviles las escenas que compartían a través de las redes sociales.
En ellas se ve a los jóvenes tirados en el suelo, alejados de las ventanas, mientras que otras imágenes muestran a estudiantes agazapados en cornisas situadas a lo alto de la fachada del edificio universitario, situado en la céntrica Plaza de Jan Palach.
Las televisiones mostraron también cómo muchas personas se alejaban del lugar corriendo a través del emblemático Puente de Carlos. Las fuerzas del orden, que acudieron al lugar, lo acordonaron y cortaron el tráfico y el transporte urbano, e informaron cerca de una hora después de la muerte del agresor, David K.