Por César Palma Galindo
VIVENCIAS… No les voy a mentir, me acabo de tomar unos buenos drinks que me tienen algo movido. Pero dentro del evento que participé, me recordó que bonito baila la marinera mi mami.
Pañuelo en mano siempre en cada Año Nuevo se daba su dancing con mi tío Pepe (uno de sus hermanos mayores). Eso le ponía un toque especial a mi primer día del año.
Pero no les voy a hablar del Año Nuevo que lo pasaba con mi tío en mención, mi tío Jorge y mis primos los Galindo (claro, todos más viejos que yo). Qué bonito pasarlo con ustedes hasta el primer rayo de sol.
No había celebración que mi bella madre se metiera un baile de marinera y paso doble con su hermano, ¡que espectáculo!, ellos eran el centro de atención en cada paso que llenaba de aplausos de los espectadores.
¡Qué coqueta es mi vieja, que bonita, que admirable!, me decía en esta trasnochada obligatoria en el candelario.
Pero la marinera no es un simple baile para mí, es un símbolo de amor y admiración. Sissy y Sandra son en mi árbol genealógico mis sobrinas, pero en la línea temporal serían algo como mis primas por la cercanía de edad.
Fueron campeonas de marinera y no dudaban en ir al Asilo Lira cada domingo a llevarles un baile a los abuelitos que ahí se hospedaban. Qué bonito bailaban, hasta con toda la vergüenza del mundo daba ganas de seguir sus pasos y hacerles la competencia.
Ellas eran unas niñas que no pasaban de los quince años Sissy no tenía creo más de 10 años. Ahora son todas unas profesionales.
Sissy una enfermera jefa en Canadá que estuvo al frente de la pandemia como todo buen personal de salud, una heroína mundial y Sandra una extraordinaria profesora de idiomas y empresaria que da gusto saber de sus logros.
Marinera: «Gracias por todo, por enseñar a este viejo el valor del arte»
De mi no pregunten, y si, esta es una forma de hacerles llegar las gracias por todo, por enseñar a este viejo el valor del arte y el esfuerzo digno de cada mujer.
Se que están conmigo cuando digo que no son empoderadas, simplemente son mujeres trabajadoras que sobresalen al resto de seres humanos por su dedicación y trabajo. Las quiero mucho.
Cierto también es que no doy tiempo a mi familia, no las llamo pero si las sigo, y eso no quita el amor que les tengo. Nunca dejen de ver el lado positivo de las personas, porque del negativo tenemos todos y si nos vamos a centrar en criticarlos, vamos a dejar de quererlos.
Quiere a los tuyos por encima del bien y el mal, porque no importa que tan equivocados estén si están a tu lado a pesar de las tormentas, es por que te aman.
Con ustedes aprendí que la distancia no mata el cariño sino lo alimenta.
Saludos a mi prima que nos dio estos tesoros, Gracia Susana por permitirme ser parte de esta historia y gracias mamá Irma por ser la gestora principal de esos logros. Las adoro a todas.