La Fiscalía de Prevención del Delito llegó este viernes 30 de mayo a las instalaciones del Instituto Regional de Enfermedades Neoplásicas IREN Sur, en Arequipa, para recabar información sobre el polémico cambio de ubicación del nuevo centro oncológico.
El nuevo hospital será construido en la zona de Umapalca, según lo dispuesto por el Gobierno Regional de Arequipa (GRA). Esta decisión ha generado el rechazo de familiares de pacientes oncológicos, quienes advierten que el traslado a un área tan alejada afectará gravemente a personas de escasos recursos.
La fiscal Cecilia Cordero Echenique indicó que se ha solicitado documentación a la Gerencia Regional de Salud, sobre la base de la comunicación oficial del GRA, así como las acciones que esta entidad ha tomado respecto a la reubicación del proyecto.
Asimismo, pidió al propio GRA detallar en qué etapa se encuentra actualmente la ejecución del nuevo hospital. El proceso de recopilación de información podría tomar una semana, según señaló la representante del Ministerio Público.
Cordero precisó que el objetivo es elaborar un diagnóstico situacional que permita determinar si existe el riesgo de una posible comisión de delito. A partir de ello, se emitirán exhortaciones y un informe final con las recomendaciones correspondientes.
El conflicto se originó tras la decisión del gobernador Rohel Sánchez de ejecutar la construcción del nuevo IREN Sur en un terreno distinto al que ya había sido aprobado por la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN).
Familias de pacientes del IREN Sur no tienen comunicación oficial
Luz Marina Ariza, presidenta de la asociación Valientes Leoncitos (VLOS), señaló que la Fiscalía ya se comunicó con ella para conocer las preocupaciones de las familias afectadas.
Ariza cuestionó el cambio de ubicación, afirmando que el nuevo terreno en Umapalca no cuenta con estudios técnicos y que las observaciones del gobernador no están sustentadas en ningún documento oficial.
El GRA justificó la reubicación del proyecto en supuestos daños al búnker de radioterapia y la necesidad de construir un albergue y un colegio. Sin embargo, estas razones aún no han sido formalmente sustentadas.
Mientras tanto, la incertidumbre persiste entre los pacientes y sus familias, que temen que la obra se retrase o que finalmente se construya en condiciones desfavorables para quienes más lo necesitan.