La Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) ha identificado que Arequipa atraviesa un grave déficit en la atención y cuidado de pacientes en estado crítico, en los hospitales. Según los últimos datos proporcionados por el Ministerio de Salud (Minsa), en el sector público, faltan camas UCI y de personal médico especializado.
Actualmente solo se disponen de dos camas UCI para adultos de un total de 28, lo que representa una ocupación del 93%. Las camas UCI son imprescindibles para pacientes con funciones vitales gravemente comprometidas, quienes deben acceder a un monitoreo y cuidado permanente que requieren para sobrevivir.
«Esta insuficiencia no solo se debe a la falta de infraestructura y equipamiento –factores sin duda relevantes–, sino a la escasez de personal médico especializado en Medicina Intensiva, lo que limita la capacidad de atención en las unidades críticas”, indicó Patricio Lewis, investigador de REDES.
“El derecho a la salud es responsabilidad del Estado, que debe garantizar acceso a atención de calidad y evitar que los pacientes y sus familias queden desamparados, sin poder trabajar o solventar a sus seres queridos«, precisó Lewis.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la proporción recomendada de camas es de 12 por cada 100,000 habitantes. Sin embargo, en Arequipa, esta cifra es considerablemente menor: solo 3.5 camas UCI por 100,000 habitantes.
Esto implica que la región necesita 136 camas UCI adicionales para cubrir las necesidades de su población de más de 1.6 millones de habitantes.
Del mismo modo, Lewis argumenta que el acceso a cuidados intensivos en hospitales no debe restringirse únicamente al centro de Arequipa, sino que es importante descentralizar estos servicios para que lleguen a otros distritos con alta densidad poblacional, como Socabaya, Cerro Colorado y Cayma; así como extender esta cobertura a otras provincias de la región, como Caylloma y Camaná.
En el departamento, solo dos hospitales cuentan con unidades de cuidados intensivos: el Hospital Goyeneche, que dispone de seis camas UCI para adultos (con un 17% de disponibilidad), y el Hospital Regional Honorio Delgado Espinoza, que cuenta con 18 camas UCI para adultos, pero ninguno disponible.
Desde REDES, Lewis señaló que la unidad de cuidados intensivos no debe perder relevancia tras la pandemia de coronavirus.
“A diario, pueden llegar pacientes en estado crítico, y la disponibilidad de camas UCI debe ser constante. Durante la emergencia sanitaria, se hizo un esfuerzo por equipar estas áreas adecuadamente, y ahora no puede ser la excepción. Sigue existiendo una demanda que no es atendida debidamente”, manifestó.
Hospitales: la situación del personal de salud
A nivel nacional, considerando solo a las instituciones del Minsa y los gobiernos regionales, existen 681 médicos intensivistas y 1,291 camas UCI. Esto implica que, en promedio, cada médico debe monitorear a dos pacientes en estado crítico.
Sin embargo, esta situación está lejos de lo ideal, ya que la normativa técnica establece que por cada paciente haya al menos cinco médicos para monitorear por 24 horas ininterrumpidas a diario.
Según la Jefatura de la Unidad de Cuidados Intensivos del nosocomio Regional Honorio Delgado, el más importante de la región, actualmente no es posible ampliar la cantidad de camas UCI debido a la limitación en el número de médicos disponibles en el área, que son 21 en total.
En la actualidad, el hospital cuenta con 18 camas, pero para incrementar esta cifra a 22, sería necesario contratar seis médicos adicionales, así como 20 enfermeros más.
De acuerdo con la normativa técnica, dicho hospital debería contar con un número entre 45 a 55 camas UCI, pero el presupuesto asignado para compras es muy limitado.
Las camas se ocupan de inmediato, ya que siempre hay pacientes en espera que ingresan tan pronto como se libera alguna. Al cierre de este informe, se verificó que no hay camas disponibles en el Honorio Delgado.
