La difusión de conversaciones entre Duberly Otazu, gerente ejecutivo de Autodema, y Rosemary Vargas Centeno (proveedora contratada), ha destapado presuntas irregularidades en la contratación de servicios para el Pasacalle Regional 2024, que contó con un presupuesto superior a los 50 mil soles, según el Gobierno regional.
Dichos chats implican también a otros actores, como Pedro Fuentes López, trabajador de la Gerencia Regional de Agricultura (GRAG), y a Luz Marina Zeballos, esposa del gobernador regional, Rohel Sánchez.
El informe presupuestal del evento, solicitado por Diario Correo, no incluye gastos reportados como desayunos y polladas distribuidas el 3 de agosto del año pasado.
A pesar de esto, el documento refleja un gasto total de 50,123 soles, con partidas específicas como 40,673 soles en hospedaje y 1,700 soles en alquiler de equipo de sonido.
Entre las omisiones destacan un reembolso de 1,500 soles por el alquiler de sillas y otro de 3,276 soles para refrigerios, aprobados por resoluciones administrativas. Además, las contribuciones de empresas privadas, como bebidas y kits de refrigerios, tampoco fueron detalladas en el informe oficial.
Gobierno regional: Chats comprometedores
Conversaciones entre Otazu y Vargas Centeno exponen que los servicios de alimentación contratados durante el pasacalle no siguieron los procesos legales. Vargas exige pagos pendientes, mientras Otazu redirige responsabilidades a Pedro Fuentes, evidenciando una cadena de decisiones informales.
“Moléstalo a Pedro” y “Agricultura es responsable”, son algunos de los mensajes que revelan la participación de Otazu. Otro chat indica que recibió las polladas, un punto que Otazu negó públicamente.
Los mensajes también aluden a “Luz Marina”, identificada como la presidenta del Comité de Damas y esposa del gobernador regional. Zeballos habría participado en compromisos financieros no cumplidos, según los chats. En uno de ellos, Vargas señala que recurrirá a ella para resolver el impago.
Fuentes de la GRAG indicaron que Julio Herrera Ojeda, actual gerente de Agricultura, decidió desvincularse de las deudas heredadas por su predecesor, Abel Calderón. Calderón, por su parte, negó participación en estas contrataciones.
Este escándalo pone en entredicho la gestión del Pasacalle Regional y la administración del Gobierno Regional de Arequipa. Hasta el momento, no se han establecido responsabilidades oficiales ni se han anunciado acciones legales contra los implicados.