Choque de poder entre Eduardo Arana y Juan Santiváñez. Una pugna silenciosa entre pero creciente por el poder se ha instalado en el corazón del Ejecutivo. De acuerdo con una reciente investigación del programa Cuarto Poder, el jefe del Gabinete Ministerial, Eduardo Arana, estaría enfrentando una pérdida de autoridad frente a la creciente influencia de Juan José Santiváñez, exministro del Interior y actual director de la Oficina General de Monitoreo Intergubernamental.
Ambos mantienen un canal directo de comunicación con la presidenta Dina Boluarte, pero sus agendas y formas de operar evidencian crecientes discrepancias. El reportaje sostiene que Santiváñez estaría asumiendo un rol decisivo desde fuera de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), interviniendo en nombramientos de alto nivel sin la venia del primer ministro. Dentro de Palacio, varios lo describen ya como un “primer ministro en la sombra”.
Gobierno de Dina Boluarte: Nombramientos bajo la lupa
Uno de los casos más notorios fue el de Mónica Tiburcio, nombrada brevemente como secretaria de prensa del Despacho Presidencial, quien renunció menos de un día después de su designación. Según fuentes del Ejecutivo, su nombramiento fue gestionado directamente desde el despacho de Santiváñez, sin conocimiento pleno de Arana.
Lo mismo ocurrió con Alejandro Oviedo, hoy al frente de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), y con Carlos Malaver, actual ministro del Interior. Ambos habrían sido nombrados tras reuniones sostenidas con Santiváñez, y en ambos casos se sugiere que las decisiones fueron impuestas desde fuera de la PCM. Incluso el nombramiento de Erick Caso como secretario general del Ministerio del Interior se produjo poco después de estos movimientos.
Estas acciones habrían generado molestia dentro de la PCM, donde se percibe un claro debilitamiento del liderazgo de Arana.
Juan Santiváñez: Una figura en ascenso… y bajo investigación
El exdirector de inteligencia Juan Carlos Liendo ha advertido sobre el creciente poder de Santiváñez, a quien describe como un operador sin límites, carente de controles institucionales, y cuya influencia buscaría blindarse ante eventuales procesos judiciales. En palabras del analista Iván García, lo que se vive actualmente en Palacio de Gobierno es “un desorden”, donde “funcionarios entran y salen como en un carrusel”.
Como parte de este aparente reordenamiento interno, se evalúa incluso el posible regreso de Santiváñez al Gabinete, esta vez como ministro de Justicia, cargo que paradójicamente fue ocupado hasta hace poco por el propio Arana. De concretarse, se consolidaría aún más su posición en el Ejecutivo.
A pesar de todo, Eduardo Arana negó públicamente cualquier fricción con Santiváñez. En una entrevista para TV Perú, calificó los rumores de enfrentamiento como “especulaciones” y aseguró que la relación entre ambos es cordial y profesional.
Bajo el radar del Ministerio Público
Paralelamente, el exministro del Interior enfrenta una investigación fiscal por presunto abuso de autoridad. Se le acusa de haber intervenido, junto al capitán PNP Junior Izquierdo, en un intento por vigilar o influenciar al periodista Marco Sifuentes.
Como parte de las diligencias, el Ministerio Público solicitó el teléfono personal de Santiváñez. Sin embargo, este entregó un dispositivo previamente formateado, y luego se negó a conceder acceso a su cuenta en la nube. En una respuesta dirigida a la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, señaló que si deseaba conocer detalles de su vida privada, debía enviarle una citación formal y “preguntarle”.