Momentos de angustia y frustración vivió una escolar de 15 años en Arequipa, luego de denunciar haber sido víctima de tocamientos indebidos en el interior de una combi que cubría la ruta del cono norte hacia su colegio. La situación se agravó por la aparente falta de diligencia en las comisarías locales para tomar su denuncia y el calvario burocrático que sufrió por parte de la Policía Nacional.
Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 7:30 de la mañana de este viernes 20 de junio, cuando la menor, a bordo de una combi, fue abordada por un sujeto que comenzó a realizarle tocamientos indebidos.
A pesar de las reiteradas peticiones de la niña para que el individuo se alejara, este persistió con los rozamientos. Ante la situación, la escolar decidió quejarse públicamente, lo que alertó a otros pasajeros. Los mismos intervinieron, lograron retener al acusado y lo entregaron a la Policía en la Comisaría de Yanahuara.
Sin embargo, el calvario de la menor y sus familiares apenas comenzaba. Una vez en la Comisaría de Yanahuara, los efectivos policiales indicaron que la denuncia debía ser presentada en la Comisaría de Zamacola.
Con la esperanza de agilizar el proceso, la niña y el presunto agresor fueron trasladados a dicha dependencia. Para su sorpresa, en la Comisaría de Zamacola se les informó que la jurisdicción correcta era la Comisaría de Yanahuara. La regresaron otra vez.
Escolar fue revictimizada por la propia Policía Nacional
Este periplo entre comisarías se extendió hasta el mediodía, sin que la denuncia formal fuera debidamente asentada, a pesar de que el incidente inicial había ocurrido a primera hora de la mañana. Hasta ahí la menor fue revictimizada por la propia Policía.
La dilación en el proceso llevó a los familiares de la escolar a recurrir a los medios de comunicación para hacer pública la situación, denunciando no solo la agresión sufrida por la menor, sino también las trabas burocráticas y la falta de respuesta por parte de las autoridades policiales.
La situación se tornó más tensa cuando, según los familiares, fueron incluso intimidados por el abogado y la familia del sujeto acusado. La difusión y la consecuente presión generaron la intervención del Ministerio de la Mujer y la presencia de altos jefes policiales.
Tras estos hechos, se iniciaron las investigaciones correspondientes contra los efectivos policiales involucrados, a fin de determinar si hubo incumplimiento de sus funciones y fallas en la defensa y protección de la escolar agredida.