La fiscal de la Nación, Delia Espinoza, denunció este lunes 16 de junio un intento de sacarla «por la fuerza» del cargo al que fue elegida de manera constitucional, tras la inesperada irrupción de Patricia Benavides en la sede del Ministerio Público.
En un pronunciamiento oficial, Espinoza advirtió que la situación constituye «el primer paso de un golpe al Estado democrático del país» y responsabilizó directamente al Ministerio del Interior por no garantizar la seguridad de los fiscales ni custodiar adecuadamente las instalaciones del órgano de justicia.
La alerta de Espinoza se produce luego de que, a las 8:00 a.m., Benavides ingresara a la sede principal del Ministerio Público ubicada en la avenida Abancay, luego de que la Junta Nacional de Justicia (JNJ) emitiera una resolución ordenando su restitución como fiscal suprema, anulando su destitución.
Sin embargo, la Fiscalía aclaró que no se había registrado formalmente su ingreso ni había solicitado audiencia. Horas después, el vocero institucional Víctor Cubas indicó que «Patricia Benavides será repuesta como fiscal suprema, pero no va a ser fiscal de la Nación«, subrayando que Delia Espinoza continúa ejerciendo legalmente esa función.
Espinoza también alertó que habría intentos de retirarle su resguardo personal, lo cual, según dijo, vulneraría sus derechos como titular del Ministerio Público.

Ministerio Público: Protesta contra Patricia Benavides
“He tomado conocimiento de que se pretendería retirarme la seguridad y el resguardo personal que me corresponde. Si algo sucede conmigo o con cualquier fiscal, será responsabilidad del Estado”, afirmó con firmeza. En esa línea, exhortó a las autoridades nacionales e internacionales a estar vigilantes ante lo que calificó como un quiebre institucional.
En tanto, Patricia Benavides abandonó el edificio fiscal minutos antes de las 2:00 p.m. por una puerta posterior, sin dar declaraciones a la prensa.
Su camioneta oficial, una unidad dorada oscura, la recogió mientras en el lugar persistía una fuerte presencia policial y manifestantes divididos entre quienes la respaldaban y quienes rechazaban su intento de retorno. La incertidumbre institucional continúa, en medio de un contexto de tensión que pone en vilo la estabilidad del Ministerio Público.