Por Wilfredo Mendoza Rosado
CREO QUE…La música cuenta historias… Debo confesar con mal disimulada vergüenza, que mi carrera de cantante, acabó tan abruptamente como comenzó. Tendría unos 15 años, cuando en mi colegio convocaron a un concurso de canto.
Una enorme sonrisa se me dibujó en el rostro y mi mente voló tan rápido que ya me imaginaba, en un escenario donde todos me aplaudían y vitoreaban mi nombre artístico (Wilfredo como que no suena jijijiji) como las estrellas de mi época Los Iracundos, Raphael, Sandro, Juan Bau o Julio Iglesias. Todos eran una “zapatilla” a mi lado jejejejeje.
Me preparé mañana tarde y noche. Mi canción era una de las más escuchadas de la época: “Jurando con la mano en la biblia”, del grupo chileno Los Golpes:
“Jurando
Con la mano en la biblia
Yo te pido mi vida
Que tú creas en mi “
Rondaba si mal no me equivoco el año 1978. Llegó el gran día. Estaba super nervioso. Los lejanos recuerdos se esfuman…”Mendoza Rosado”, me llama mi profesor Guillermo Portilla.
Paso al escenario y a capella me lanzo al ruedo: “Jurando…” Y zas mierda, me sale un portentoso gallo: ¡Jurandooooooooooo !! y san se acabó mi carrera de solista y conste que se iniciaba. “¡Siéntese Mendoza!”.
El resto es una inmensa y desoladora frustración. Era el hazmerreír del salón Ayer acabé frustrado y hoy solo una enorme sonrisa. Supongo que mi entonces amor platónico Eliana, se ríe hasta hoy. Así, concluyó mi fugaz carrera de cantante, frustrado.
Este largo pretexto, es solo para recordar que sin música, la vida sería un error. No me cabe la menor duda, porque a los libros le sumo mi otra gran pasión: la música. Acaso usted mi estimado (a) cibernauta tiene o ha tenido una canción preferida.
No dedicó o le dedicaron. Bien lo sabe. La música es vida y mientras suene nada muere para siempre… Puedes cerrar los ojos a la realidad pero no a los recuerdos.
Todavía añoro mis afanes cuando compraba en el asiento minero donde vivía Toquepala (Tacna) mis discos 45 rpm ( el escaso dinero no alcanzaba para más) Luego los casettes, CDs, y aunque me resisto a la tecnología ahora el Spotify y Youtube reinan sin discusión. Sino que lo digan mis hijos, quienes un poco más y botan mi colección de CDs.
La música es la banda sonora de la vida. Todos tenemos una historia vivida y otra por vivir, y de una manera u otra, está ligada a las letras y canciones de una y otra melodía. Amores o desamores, alegrías y tristezas, a veces más penas y olvidos, de eso se trata porque donde las palabras fallan, la música habla.

CREO QUE.. la música es mi arma
Soy un melómano consumado, además de un bibliófilo declarado. Porque estos me ayudaron a sobrevivir, cuando el mundo entero se me caía…Imagino que con la mayoría sucede algo parecido. La música es mi arma.
Creo en la música, en su espiritualidad, su exaltación, su nobleza estática, su humor, su poder para penetrar hasta la estrechez básica de todo ser humano. Quiero vivir en todo el mundo de la música. El ritmo es una concepción, no una realidad física.
Un compositor debe ser alguien con un definido punto de vista, preferiblemente individual. Si el compositor actual admira a los viejos maestros no debe imitar su estilo (Henry Cowell)
En buen romance, la música es el lenguaje universal, que dice todo sin decir nada, que se escucha y llega hasta el alma, hasta convertirnos que buena falta nos hace, en mejores personas, menos egoístas, más comprensivos, así el mundo podría ser mejor, uno más habitable para convivir y no destruir.
No basta con oír la música; además hay que verla. No he entendido un compás de música en mi vida pero la he sentido. Además no olvides cuidar lo que amas, porque los recuerdos nunca se pueden abrazar. Hasta la próxima.