Por: Sarko Medina Hinojosa
Cordillera de Palabras… Los peruanos pasamos en promedio 3 horas y 17 minutos diarios en redes sociales, según el Digital Report 2024 de We Are Social. En las zonas urbanas, el INEI reporta que el 89.2% de la población entre 17 y 24 años usa internet diariamente.
Esta sobreexposición digital está generando lo que los expertos llaman «cerebro roto», una condición que afecta nuestra capacidad de atención y procesamiento profundo de información.
El fenómeno es visible en nuestras actividades diarias. Mano en pecho, ya no podemos leer un libro sin revisar el celular constantemente, mantener una conversación sin el impulso de checkear notificaciones, o realizar una tarea sin distraernos con el scroll infinito de las redes sociales.
Vas al baño con el celular, antes de dormir revisas notificaciones y al despertar el brazo lo primero que hace es prender el aparato. Si en más de tres le atiné a tu comportamiento, tenemos que hablar.
Según IPSOS Perú (2023), el 76% de los jóvenes peruanos reconoce que pasa más tiempo del que debería en redes sociales, y el 64% admite que esto afecta su capacidad de concentración en estudios o trabajo.
El problema no es solo la cantidad de tiempo, sino la calidad de nuestra atención. Y claro, ahora con los autodiagnósticos de TDHA, solo por ver reels en Tiktok, las disculpas son eternas.
La paradoja es cruel: con acceso instantáneo a toda la información del mundo, nuestra comprensión se vuelve cada vez más superficial. El multitasking digital, ese cambio constante entre apps y notificaciones, está recableando nuestros cerebros para procesar información rápida pero superficial.
Ya ni vemos un video 20 segundos, es como si creyéramos que con pasar más rápido el dedo adquiriremos full información, la cual no llega completa, no aporta a nuestro conocimiento y, peor, nos deja el vacío de querer más minidosis de dopamina.
Los efectos son reales y medibles: ansiedad, problemas de sueño, dificultad para concentrarse en tareas largas, y una creciente dependencia de la validación digital.

Cordillera de Palabras: problemas de salud mental aumentaron
No es casualidad que las consultas por problemas de salud mental hayan aumentado significativamente en los últimos años, según reporta el Ministerio de Salud.
La solución no está en demonizar la tecnología, sino en recuperar el control sobre nuestro consumo digital. Necesitamos reaprender a leer profundamente, a pensar críticamente, a estar presentes en el momento.
La pregunta es: ¿podremos hacerlo, o seguiremos scrolleando hasta que nuestros cerebros se rompan por completo? (Y sí, probablemente hayas interrumpido la lectura de este artículo por ver tus notificaciones)