Por: Sarko Medina Hinojosa
Cordillera de Palabras… El sol peruano brilla con luz propia en el panorama económico latinoamericano. Según el discurso de la presidenta Dina Boluarte en el Foro Económico Mundial de Davos 2025, nuestra moneda se ha convertido en referente regional de estabilidad, con una inflación de un solo dígito mantenida durante casi tres décadas.
Y por única vez, parece que es más que cierto lo dicho por la inquilina más detestada de la Casa de Pizarro.
En Bolivia, especialmente en ciudades fronterizas como Desaguadero, los comerciantes prefieren el sol peruano al boliviano. El Banco Central de Bolivia reporta un incremento del 45% en el uso de nuestra moneda en transacciones comerciales fronterizas durante 2023. En Brasil, la demanda de soles en casas de cambio de ciudades amazónicas se ha duplicado en el último semestre.
Esta preferencia se debe a tres factores clave según el BCRP: la política monetaria conservadora, las sólidas reservas internacionales (que cubren 25% del PBI) y la dolarización parcial de nuestra economía, que actúa como colchón ante turbulencias financieras.
La estabilidad del sol no es casualidad. Desde la hiperinflación de los 80, el BCRP ha mantenido una política monetaria rigurosa y autónoma. Julio Velarde, presidente del BCRP, enfatiza que esta independencia ha sido crucial para mantener la inflación bajo control, incluso durante la pandemia.
Y sí, muchos son sus detractores, incluso en el mismo Congreso con la ignorancia como bandera, tratan de tanto en tanto de ver cómo ponerlo en jaque.
Sin embargo, este éxito conlleva riesgos. El economista jefe del BBVA Research, Hugo Perea, en un artículo difundido por varios medios, advierte que una demanda excesiva de soles en países vecinos podría afectar nuestra política monetaria y crear presiones inflacionarias.
Esta estabilidad que nos ha costado, puede desinflarse en cualquier momento, en especial cuando las políticas del Estado y el gasto del Congreso significan un rompimiento de la estabilidad por su alto costo social.
El BCRP ya está tomando medidas. Ha fortalecido la supervisión de operaciones cambiarias en zonas fronterizas y mantiene una coordinación estrecha con otros bancos centrales de la región.

Proteger la estabilidad del sol sin comprometer el comercio
La meta es clara: proteger la estabilidad del sol sin comprometer el comercio regional. Una forma de medir eso es comprobar que, pese al aumento de 8 panes por un sol a tres panes por un sol, no hubo una debacle económica, increíble, pero es cierto, no es que alcance el sueldo, pero si hay una sobrevivencia común en promedio.
Ahora, eso no significa que estemos bien, ya que el deterioro de las ciudades como tal, sin capacidad de poder revertir, por ejemplo, las malas construcciones en vías de comunicación o poder generar nuevos y modernos proyectos.
Sino solo acoplar los anteriores con parches nuevos, demuestran lo que muchos temen: que esta estabilidad nos está costando en el diario, en el gasto público que se va en corrupción, en menos calidad de vida para miles de peruanos y el incremento de otros gracias a la delincuencia de mano armada y cuello blanco, negocios turbios y contrataciones millonarias.
La pregunta ya no es si el sol seguirá siendo atractivo para nuestros vecinos, sino cómo aprovechar este momento para consolidar nuestro liderazgo económico regional sin descuidar nuestra estabilidad interna, y eliminar la debilidad que sigue siendo la corrupción y la violencia.