Las investigaciones sobre el ataque al empresario Serapio R.P. (46) continúan. Todo apunta que los sicarios pertenecen a la banda Los Orientales y fueron contratados para acabar con la vida de la víctima. El sujeto que disparó es conocido como “Toro”, un ciudadano venezolano, quien ahora es buscado por la Policía Nacional.
El herido aún se encuentra internado en la clínica. Una de las balas le cayó por el hombro y se alojó en el tórax, el delincuente le disparó 6 veces a la camioneta donde iba el empresario. De milagro las balas no le cayeron, ya que el agraviado actuó rápido y atropelló al cómplice, causando que los delincuentes se asustarán.
Se sabe que la víctima había recibido amenazas de muerte de un exregidor de una comuna distrital, quien varias veces lo estuvo hostigando. La Policía no descarta esta versión, ya que el empresario negó que haya sido víctima de extorsión por algún tipo de mafia extranjera.
Los peritos de Criminalística hallaron seis orificios de bala en la camioneta del agraviado, todos en el lazo izquierdo (la del chofer), lo que hace ver que los delincuentes llegaron con la consigna de quitarle la vida.
Sicarios hicieron reglaje días atrás
Dos sicarios a bordo de una motocicleta, dispararon contra el empresario de grifos, cuando ingresaba a su casa en la zona de Quinta Lourdes, altura de la segunda cuadra de la calle Colón, en el distrito de José Luis Bustamante y Rivero, en Arequipa.
La víctima, gerente de la empresa Primax, recibió un impacto de bala en el hombro izquierdo, y aún así pudo arrollar a uno de los delincuentes, quienes al final se dieron a la fuga caminando.
Este hecho ocurrió al promediar las 8 de la mañana de este lunes 17 de junio. El agraviado regresaba a su inmueble, tras haber dejado a su hijo en el colegio, cuando fue interceptado por los dos maleantes que llegaron en la motocicleta.
Una cámara de seguridad captó el fin de semana a la misma motocicleta ingresando a la residencial con dos sujetos, uno de ellos haciendo pasar de una empresa de delivery, pero se presume que ya estaban siguiendo a la víctima.