Un nuevo episodio de confrontación entre ciudadanos y representantes políticos se registró esta semana, cuando la congresista Rosangella Barbarán, del partido Fuerza Popular, fue increpada públicamente por una mujer que la insultó con dureza mientras ella se encontraba en plena vía pública hablando por teléfono. El momento fue grabado en video y rápidamente se viralizó en redes sociales.
En la grabación se observa a una mujer que se acerca alterada a la legisladora y le lanza una serie de gritos e insultos: «Eres una maldita desgraciada, haces leyes a tu favor maldita, ¿cuánto te están pagando, ah?», se oye decir. Barbarán, visiblemente sorprendida, se persigna mientras escucha las agresiones. El incidente ocurrió a la vista de varios transeúntes que no pudieron evitar detenerse ante la escena.
El video ha sido ampliamente difundido en plataformas como X (antes Twitter) y TikTok, generando opiniones divididas entre quienes critican el comportamiento de la ciudadana y quienes respaldan su accionar como una forma de protesta. Hasta ahora, la congresista no ha emitido una declaración oficial al respecto, y su entorno tampoco ha confirmado si se tomarán medidas legales contra la mujer, cuya identidad aún no ha sido revelada.
Congresista Rosangella Barbarán tuvo otro altercado
Sin embargo, Barbarán recibió muestras públicas de apoyo. La congresista Maricarmen Alva expresó su solidaridad a través de redes sociales, afirmando: «La agresión en cualquiera de sus formas es intolerable. La democracia implica respetar las diferencias y saber aceptar que podemos pensar diferente. Mi solidaridad con Rosangella Barbarán Nuestro país necesita diálogo y no expresiones de odio».

Este no es un caso aislado. A inicios de año, Barbarán fue blanco de críticas en un restaurante limeño, donde otra ciudadana la abordó con duras palabras por su rol en el Congreso. “Avalas todas las porquerías que hace el Congreso”, le reclamó entonces, también ante la mirada de otros comensales. En aquella ocasión, el video también se volvió viral y reavivó el debate sobre el creciente descontento ciudadano hacia el Parlamento.
En declaraciones posteriores, Barbarán calificó este tipo de reacciones como parte del “desgaste natural de la representación política”, sin referirse de forma directa al incidente.