José Belaunde
Cónclave 2025. La tensión en el Vaticano crece tras la muerte del pontífice, 133 cardenales de todo el mundo se preparan para elegir al sucesor del Papa Francisco. Más allá de la dimensión religiosa, los cardenales se verán inmersos en un profundo debate sobre el futuro político, teológico y pastoral de la Iglesia.
Desde el momento en el que el papa fallece la iglesia católica pasa a ser gobernada por el colegio de cardenales, durante este periodo se convoca a todos los cardenales con derecho a voto que sean menores de 80 años, para realizar una reunión en la Capilla Sixtina, donde se decidirá quien será el siguiente Papa.
Esta enigmática reunión, conocida como cónclave, se realiza 9 días tras el entierro del pontífice, dado que, según las reglas que definen este proceso, solo hay un plazo de entre 15 y 20 días para organizar el cónclave. Una vez iniciado este puede durar días, semanas o incluso meses.
¿Cuál es el proceso a seguir en el Cónclave?
Previo al cónclave se realizan reuniones para discutir qué aflige a la Iglesia, es decir, cuáles son los problemas y retos de mayor importancia para la Iglesia o el mundo. Los cardenales hacen un juramento de que todo se mantendrá en secreto.
Durante el cónclave los cardenales se reúnen en Roma y, una vez iniciada dicha reunión, no pueden irse hasta que el proceso culmine.
Del mismo modo, los cardenales no tienen permitido hablar con ninguna persona ajena a la reunión. Cada cardenal con derecho al voto debe de seguir estas estrictas reglas y en el caso de que alguien las llegue a romper, es motivo de excomunión de la iglesia.
Para que un nuevo pontífice sea elegido, este debe de tener la mayoría de votos. Cada cardenal escribe por quién votará en un papel; posteriormente, este será depositado en una urna y se contarán los votos.
El proceso termina solo si algún pretendiente consigue ser elegido. En el caso de que ningún cardenal tenga la mayoría de votos, los papeles que contienen el voto se queman con una mezcla que libera humo negro en señal de que no hay un nuevo Papa elegido.
Durante el primer día del cónclave, los cardenales pueden votar una sola vez, en cambio, los días siguientes pueden realizar hasta 4 votaciones al día hasta designar al nuevo Papa. Una vez que se alcanza la mayoría de votos, se libera un humo de color blanco que anuncia al mundo que hay un nuevo Papa.
¿Quiénes son los principales candidatos?
Entre los principales candidatos se encuentra el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, un italiano de 70 años, quien cuenta con vasta experiencia diplomática. A pesar de esto, la historia ha demostrado que los secretarios de Estado no suelen ser elegidos Papas.
Igualmente, el filipino Luis Antonio Tagle, de 67 años, se posiciona como una opción progresista y diferente a los anteriores Papas de raíces europeas. Sin embargo, su juventud lo posiciona como una opción no viable ante los ojos de muchos cardenales.
Desde una perspectiva más conservadora, el cardenal húngaro de 72 años, Peter Erdö, se alza como una de las opciones más controversiales y, por ende, populares. Erdö fue muy crítico sobre el liderazgo del Papa Francisco y se presenta como muy conservador en temas como el matrimonio y los derechos LGBT.
Otro candidato prometedor es el italiano Matteo Maria Zuppi, de 69 años. Fue un gran amigo del Papa Francisco y es el actual presidente de la Conferencia Episcopal italiana. Además, al igual que Francisco, él defiende y vela por los más desfavorecidos.
Influencia de Francisco cambiará este cónclave
Ante el muy controversial liderazgo del Papa Francisco, muchos expertos aseguran que el próximo cónclave será largo y posiblemente marcado por la polarización. Se especula que el siguiente Papa volverá a ser europeo.
Las ideas renovadoras y reformistas de Francisco han creado un movimiento conservador bastante poderoso dentro del Vaticano y se espera que este grupo influya significativamente en la elección del próximo Pontífice. Las tensiones entre quienes defienden una Iglesia más abierta y quienes buscan preservar tradiciones doctrinarias han generado intensos debates en el seno del Vaticano.
Se espera que el cónclave se lleve a cabo a inicios de mayo, marcando un momento crucial para la Iglesia. Debido a las tensiones internas y la diversidad de posturas entre los cardenales, se prevé que las deliberaciones sean prolongadas y complejas. Este proceso será determinante para definir el futuro rumbo de la institución.