Arequipa. Una mujer fue detenida en el anexo de Layamaza, distrito de Tuti, provincia de Caylloma, por su presunta implicación en la caza ilegal de vicuñas, especie protegida por la legislación peruana. La intervención fue realizada por efectivos de la comisaría de Madrigal, tras recibir una denuncia ciudadana que alertó sobre la presencia de cazadores armados en la zona.
La alerta fue dada la mañana de jueves, por el subprefecto del distrito de Lari, Vicente Mendoza García, quien señaló haber escuchado disparos, y acompañó a los agentes policiales durante el operativo hasta la alejada zona.
Al llegar a una cabaña en la zona señalada, los uniformados se entrevistaron con Noemí Sarayasi Picha, de 50 años, quien aseguró dedicarse exclusivamente a la crianza de alpacas. Admitió que ingresen a su domicilio donde hallaron varios fardos con cueros y fibras de alpaca.
Durante la inspección, se descubrió un paquete con fibras de vicuña, que presentaban orificios y manchas de sangre, presuntamente resultado de actividad de caza ilegal.
Caza ilegal de vicuña en Arequipa: ¿Qué hallaron las autoridades durante la intervención?
Durante el registro del inmueble, los agentes hallaron cinco pieles de vicuña con manchas de sangre y evidentes orificios de bala, ocultas en un saco de polietileno. Además, se encontraron 65 cartuchos calibre 22, una carabina abastecida con munición, un binocular, una mochila y prendas con aparentes rastros de sangre.
Debido a estos hallazgos, el Ministerio Público, a través de la Fiscalía de Chivay y con participación virtual de un defensor público, legalizó el registro y la incautación del material. La mujer fue detenida por los presuntos delitos de tenencia ilegal de armas y municiones, así como por tráfico ilegal de especies protegidas.
Actualmente, permanece bajo custodia en la Comisaría Rural Sectorial PNP de Chivay, mientras continúan las investigaciones. El caso ha sido puesto en conocimiento de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental y del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) de Arequipa.
Este caso pone de relieve los riesgos que enfrentan las especies silvestres en zonas remotas y subraya la necesidad de mantener la vigilancia y la cooperación interinstitucional para combatir los delitos ambientales.