Apagón masivo. Un corte de energía eléctrica sin precedentes dejó este lunes sin suministro a España, Portugal y Andorra desde las 12:30 horas (5:30 a.m. en Perú), según reportes de Red Eléctrica Española (REE) y la empresa portuguesa EDP.
La avería, calificada como un “cero energético” por REE, ha afectado a millones de hogares, empresas y servicios esenciales, generando un caos generalizado en transporte, telecomunicaciones y actividades comerciales.
Las Islas Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla no se han visto impactadas debido a que operan con sistemas eléctricos independientes.
En un comunicado publicado en la red social X, REE indicó que «se están analizando las causas y se están dedicando todos los recursos para solventarlo». Por su parte, Endesa confirmó que el fallo tiene un «alcance nacional» y se encuentra a la espera de que REE restablezca la conexión a la red.
La Comisión Europea (CE) informó que trabaja coordinadamente con las autoridades de España y Portugal para investigar las causas del apagón y evaluar su impacto. “La Comisión está en contacto con las autoridades nacionales de España y Portugal, así como con la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E), para comprender la causa subyacente y el impacto de la situación”, señaló un portavoz desde Bruselas.
La CE también remarcó que existen protocolos establecidos, bajo la legislación europea, para la restauración del sistema eléctrico ante emergencias como esta.

Apagón: Colapso en infraestructuras y servicios
El apagón masivo provocó serios problemas en las telecomunicaciones, incluyendo caídas de líneas telefónicas y acceso a datos móviles. Los sistemas de pago electrónico quedaron inoperativos en muchos comercios, generando dificultades en las transacciones.
En ciudades como Pamplona y Barcelona, los semáforos apagados provocaron graves congestiones de tráfico. En Madrid, Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) reportó la interrupción total del tráfico ferroviario, incluyendo los trenes de alta velocidad (AVE). Además, los servicios de emergencia tuvieron que desalojar la estación de Atocha.
Los metros de Madrid y Valencia también suspendieron operaciones debido a la falta de suministro eléctrico. Mientras tanto, aeropuertos como Madrid-Barajas y Lisboa enfrentan retrasos y desconcierto entre miles de pasajeros.
En Portugal, la Red Eléctrica Nacional confirmó un “fallo generalizado” que afectó a todo el país, interrumpiendo trenes, metros y sistemas de comunicación. Aunque los hospitales operan con generadores de emergencia, la caída de semáforos y sistemas de pago electrónico complicó aún más la situación en ciudades como Sevilla, Barcelona y Lisboa.
Investigación abierta: ¿ciberataque o fallo técnico?
Las causas del apagón todavía no han sido oficialmente esclarecidas. El Gobierno español, a través de la vicepresidenta tercera Sara Aagesen, lidera la coordinación desde el Centro de Control de REE.
Según medios españoles, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) investiga si el corte de energía podría haber sido producto de un ataque informático, aunque hasta ahora no hay evidencia concluyente. Otra hipótesis apunta a un posible pico de demanda o un exceso de generación que desestabilizó la red eléctrica, aunque estos eventos son normalmente compensados por REE.
Redeia, la empresa matriz de REE, reiteró en X que «se están dedicando todos los recursos para solventar la situación».
Respuestas de emergencia y zonas no afectadas
Las Islas Baleares y Canarias, que cuentan con sistemas eléctricos aislados, no reportaron incidencias. A pesar de que Mallorca-Menorca e Ibiza-Formentera están interconectadas con la península mediante un cable submarino, su servicio se mantuvo estable.
Algunas grandes empresas, dotadas de generadores propios, lograron mantener sus operaciones. Sin embargo, la mayoría de comercios y hogares siguen afectados.
REE y Endesa trabajan intensamente en la reposición del suministro, aunque todavía no se ha establecido un plazo oficial para la normalización completa del servicio.
En Portugal, la situación es similar. La empresa EDP también enfrenta serias dificultades, con operarios sin acceso confiable a comunicaciones que permitan determinar con precisión el origen del fallo.