Después de casi dos horas de debate en una sesión extraordinaria «privada» celebrada esta mañana, el alcalde del distrito de Socabaya, Roberto Muñoz, en Arequipa, logró mantenerse en el cargo tras una ajustada votación del Concejo Municipal: cinco votos a favor de su permanencia y cuatro en contra.
La votación, realizada a puerta cerrada y con resguardo policial, desestimó el pedido de vacancia impulsado por la regidora de la Municipalidad Distrital de Socabaya, Magaly Agramonte, quien lo acusaba de presunto favorecimiento indebido a la empresa Financiera IM Constructora EIRL, compañía que obtuvo múltiples contratos con la municipalidad y cuyo único cliente registrado es dicha entidad.
Al finalizar la sesión, el burgomaestre salió a la plaza principal para saludar a sus simpatizantes y agradecer públicamente a los regidores que lo respaldaron: su padre Marcelino Roberto Muñoz Pila, Edgar Juan Arapa Quispe, Gloria Mamani Malpica, Aracelly Manrique Fierro y Sully Linares Manrique. «No se puede callar a la población», dijo tras se cuestionado por la llegada de la «portátil», algunos de ellos trabajadores.
Mientras tanto, la regidora Agramonte, cuya vacancia también había sido solicitada, anunció que apelará la decisión ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Su caso quedó pendiente de evaluación en una próxima sesión de Concejo.
En declaraciones a la prensa, el alcalde respondió de forma confrontacional a los cuestionamientos sobre el avance de obras, como la construcción de cinco puentes. “A veces hablamos porque no conocemos el distrito”, dijo, retando incluso a un periodista a ubicar las obras que, según él, ya cuentan con expedientes aprobados y están en proceso de licitación.
Asimismo, aseguró que su gestión avanza en la construcción de más de 11 colegios y que todos los proyectos cuentan con control concurrente de la Contraloría, destacando que los informes emitidos contienen advertencias, mas no denuncias de irregularidad.
Municipio de Socabaya se quedó sin trabajadores
Fuera del recinto municipal, el ambiente también fue tenso y polarizado. Mientras un grupo de seguidores del alcalde portaba pancartas y arengaba a su favor, otro grupo de vecinos se manifestaba en contra, denunciando presuntos favores y contrataciones políticas dentro de la municipalidad.
Algunos señalaron que los manifestantes proalcalde “trabajan para él o reciben algún beneficio”. Se hallaban proveedores, contratistas y a decir de los pobladores, varios trabajadores de esta comuna dejaron de laborar para apoyar al burgomaestre.
Cabe recordar que la sesión fue reprogramada, luego de una confusión que impidió su realización el pasado 2 de junio, lo que generó mayores críticas entre los opositores.
La crisis política en Socabaya no parece haber terminado con esta votación. La presión vecinal continúa y el escenario apunta a nuevos episodios de confrontación entre el alcalde, sus opositores y la población dividida.