Por: Christiaan Lecarnaqué Linares
El Pirata| Hablemos de Películas... Treinta y siete años después del estreno de la primera ¿Dónde está el policía?, se estrena una nueva versión de esta comedia bajo el nombre ¿Y dónde está el policía?
Como si se tratase de revivir un dinosaurio, se tomó el ADN de esa película y se resucitó una idea, con un buen actor, Liam Neeson, aprovechando este sentimiento pro nostálgico restaurador que busca reeditar los buenos recuerdos ochenteros.
Probablemente, esta película sea recordada con mucho cariño por los cuarentones. Pero no estoy seguro de si este tipo de humor funcione con las generaciones jóvenes.
La nueva ¿Y dónde está el policía? no es un remake, sino un nuevo respiro en la franquicia que mantiene su misma esencia. Este humor —principalmente absurdo, sarcástico y literal— intenta abrirse camino en estos tiempos de corrección política.
Evidentemente, hay un mejor nivel técnico comparado con la película de 1988, y el alma de esa cinta está vigente en esta nueva propuesta. Quizá funcione mejor la primera parte que la última, pero en general, la película es buena, entretenida y bien pagada.
En cuanto a Liam Neeson, a quien hemos visto con más frecuencia en cintas de acción y venganza en los últimos años, se le nota suelto y cómodo en este papel.
Ni siquiera exagerado o caricaturizado, como podría pasar con este tipo de humor. Todo lo contrario. Está serio —en el buen sentido— y hace un buen trabajo con este personaje, recordándonos que es un actor con bastantes recursos.
EL PIRATA: EL HUMOR TAMBIÉN SIRVE PARA LANZAR CRÍTICAS
Del mismo modo, el humor también sirve para lanzar críticas. Como en este caso, burlarse de los jerarcas tecnológicos y sus creencias. Es que los nuevos supervillanos son los dueños de plataformas tecnológicas que impulsan utopías peligrosas para la humanidad.
En ¿Y dónde está el policía? se habla de este peligro, pero con mucho sarcasmo, sin caer en el drama, la profundidad o el análisis.
Quizá funcione mejor la primera parte que la última, pero en general, la película es buena, entretenida y bien pagada. Tiene momentos icónicos, como la referencia a una de las escenas de Misión: Imposible y otra a Jack Frost.
Lo bueno de este regreso es que se le da una oportunidad a este tipo de comedias enterradas en el tiempo y hoy rescatadas por el cine, además de estar disponibles en plataformas como Netflix.
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