La inversión minera en el Perú alcanzó los US$ 1,845 millones entre enero y mayo de 2025, lo que representa un crecimiento de 4.7% frente al mismo periodo del año anterior, según el Boletín Estadístico Minero del Ministerio de Energía y Minas (Minem). En esta cifras destacan Arequipa y Apurímac.
El sector muestra una recuperación sostenida, impulsada por mejores condiciones de mercado y mayor interés en exploración, infraestructura y ampliación de capacidades operativas.
Solo en mayo, se ejecutaron US$ 402 millones en inversión minera, un 4.6% más que en abril, aunque aún por debajo de lo registrado en mayo de 2024, con una ligera caída interanual de 3.9%.
Esta baja se explicó por la menor ejecución en rubros como Equipamiento Minero y Planta de Beneficio, que dependen de cronogramas operativos variables. No obstante, se observaron importantes aumentos en Exploración (+39.7%) e Infraestructura (+10.6%).
Southern Peru Copper Corporation lideró el ranking de empresas con US$ 190 millones invertidos, seguido por Antamina (US$ 167 millones), Las Bambas (US$ 143 millones) y Cerro Verde (US$ 129 millones).
En cuanto a regiones, Moquegua encabezó el destino de inversión con US$ 276 millones, aunque cayó 8.4%. Arequipa ocupó el segundo lugar con US$ 220 millones y creció 20.2%, luego Áncash , mientras que Apurímac sorprendió al aumentar 45.5%, gracias a inversiones de Southern Peru. Estas cuatro regiones concentraron el 48.5% de la inversión minera nacional.
Inversión minera en exploración alcanzó los US$ 265 millones
El crecimiento en la inversión en exploración, que alcanzó los US$ 265 millones, refleja una renovada confianza de los inversionistas en el potencial geológico del Perú. Este incremento es clave para garantizar la sostenibilidad del sector en el mediano y largo plazo, al permitir el descubrimiento de nuevos yacimientos y la expansión de operaciones actuales.
Además, el desarrollo de infraestructura minera, con US$ 408 millones invertidos, consolida la modernización del sector.
En términos empresariales, el liderazgo de Southern Peru y su avance en proyectos como Cuajone y La Fundición, junto al desempeño de compañías como Las Bambas y Cerro Verde, muestra una apuesta decidida por mejorar la productividad y sostenibilidad.
Estos actores no solo dominan el panorama de inversiones, sino que también están impulsando prácticas más responsables con el medio ambiente y las comunidades.
Finalmente, el dinamismo observado en regiones como Apurímac y Arequipa es una señal positiva para la descentralización económica y la generación de empleo local. El hecho de que cuatro departamentos concentren casi la mitad de la inversión minera nacional evidencia una concentración estratégica en zonas con alto potencial, pero también plantea el reto de replicar este desarrollo en otras regiones del país.