Por Christiaan Lecarnaqué Linares
El Pirata | Hablemos de Películas… A todos nos queda claro que este Superman es diferente. Los anteriores —Christopher Reeve, Brandon Routh y Henry Cavill— fueron sobrios, con algunos chispazos de humor. En cambio, este, el interpretado por David Corenswet, es divertido, humano y enamorado.
Además, este Superman, dirigido por James Gunn (trilogía de Guardianes de la Galaxia y la secuela de El Escuadrón Suicida), tiene un fuerte trasfondo político.
¿POR QUÉ UN SUPERMAN DIFERENTE?
¿Por qué James Gunn construyó un Superman que piensa más como humano que como kriptoniano? Antes del estreno de la película, Gunn dijo que “Superman es la historia de Estados Unidos: un inmigrante que viene de otros lugares a vivir en el país”, y sí, si uno ve la película, esta apreciación está presente. A Superman se le trata como a un migrante con miedo, como si fuera un extraño, pese a sus evidentes contribuciones.
Entonces, parece que Gunn construyó un personaje que lee nuestros tiempos, que calza en esta época de persecución a los migrantes y a la gente que piensa diferente. Para ello se vale del sarcasmo, la mejor herramienta que existe en el mundo para decir verdades directas sin ser directos.
NO ES SUPERPODEROSO
Del mismo modo el Superman de Gunn no es precisamente indestructible. Siente y piensa como nosotros. Se enamora con mucha pasión. Incluso dice el primer “te amo” a una Lois Lane más desconfiada e insegura.
Da su vida por los humanos, aunque haya gente ingrata. Si ven las escenas, su meta está en evitar muertes más que en destruir a sus enemigos.
Quienes dicen que parece un Superman débil que recibe golpes por todos lados deberían recordar al Superman de Christopher Reeve. En ese caso, sus límites, por ejemplo, se notaron cuando no pudo salvar a su querida Lois Lane de los efectos de un terremoto y tuvo que revertir el tiempo para traerla a la vida.
En Superman 2 tomó una decisión enamorado y quedó completamente vulnerable, a merced de los villanos kriptonianos y también de los humanos.
Incluso el Superman de Henry Cavill tiene sus debilidades. Primero, tiene que aprender a ser Superman y, segundo, los tres villanos liderados por el general Zod lo ponen en varios momentos contra las cuerdas.
Este superhéroe aprende a tropezones y termina madurando.
¿QUÉ PODEMOS DECIR DEL RESTO?
Además, no solo hay humanidad en él, sino también en el resto de personajes. ¿Cuándo hemos visto a un Lex Luthor llorando frustrado porque no le salieron sus planes? ¿O a una Lois Lane más activa, menos sensual y más periodista, para finalmente terminar más enamorada del hombre más fuerte del planeta?
El Superman de Gunn no es precisamente indestructible. Siente y piensa como nosotros. Se enamora con mucha pasión. Incluso dice el primer “te amo” a una Lois Lane más desconfiada e insegura
El trasfondo político ayuda mucho en esta historia. Las alusiones al conflicto Israel-Gaza son evidentes, lo mismo que los temas de migración y los haters, representados por Gunn como “monos con metralleta”.
No obstante, la ciencia propuesta en este filme parece un poco inverosímil, y la presencia de otros personajes se percibe más como una presentación que como un desarrollo dentro del guion. ¿Si hay demasiado humor o no? Pues este es el estilo del director; si no, vuelvan a ver Guardianes de la Galaxia o la última Escuadrón Suicida.
El director ofrece una perspectiva diferente del héroe máximo de DC, que lee con buen olfato los tiempos en que vivimos. Este personaje quiere decirnos algo y, aunque no lo hace directamente —más escudado en el humor—, la idea queda clara.
Esto definitivamente no les gusta a muchos, quienes seguramente ven en estas transformaciones una oportunidad para sepultar las diferencias y cortar las alas del progreso.
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