El aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón de Arequipa ha retomado oficialmente sus operaciones nocturnas tras la instalación de un moderno sistema de iluminación, implementado con una inversión cercana a los 200 mil dólares. La obra, financiada con fondos del seguro y ejecutada por la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (CORPAC), representa un paso importante en la recuperación del terminal, aunque su expansión sigue siendo descartada por motivos geográficos.
La reposición del sistema fue necesaria luego de los graves daños sufridos durante las protestas sociales de fines de 2022 e inicios de 2023, cuando manifestantes atacaron el aeropuerto, derribaron postes y sustrajeron cables esenciales para el funcionamiento del sistema de aterrizaje nocturno. Esto dejó fuera de operación a los vuelos en horario nocturno por más de un año.
Aeropuerto de Arequipa: ¿Qué dice CORPAC?
Según explicó Percy Castro, supervisor técnico de CORPAC en la zona sur, el proceso de restauración se retrasó debido a procedimientos administrativos asociados al aseguramiento del proyecto. No fue sino hasta 2024 que se iniciaron las labores de diseño e instalación del nuevo sistema, el cual incorpora tecnología de última generación, incluyendo 16 torres de iluminación y 90 luminarias LED, cableado renovado, estructuras reforzadas y nuevas medidas de seguridad para prevenir actos vandálicos.
Gracias a esta modernización, el aeropuerto mantiene su categoría 1, permitiendo la operación de vuelos nocturnos bajo condiciones estándar. Castro indicó que existe la posibilidad de elevarlo a categoría 2 si se extiende el sistema de luces en 900 metros adicionales. Sin embargo, advirtió que alcanzar la categoría 3 no es factible debido a las restricciones impuestas por la topografía del lugar.
El funcionario dejó en claro que la expansión física del aeropuerto es prácticamente inviable, debido a las condiciones naturales del terreno que rodea el terminal. A pesar de ello, señaló que sí se podrían realizar mejoras puntuales que refuercen la seguridad operativa, especialmente frente a situaciones climáticas adversas como la neblina.
Así, mientras el aeropuerto de Arequipa recupera parte de su funcionalidad con esta renovación tecnológica, su crecimiento estructural permanece limitado por factores geográficos que impiden una ampliación significativa.