La presidenta del Perú, Dina Boluarte, atraviesa uno de los momentos más críticos de su gestión en términos de aprobación ciudadana. Según un reciente informe elaborado por la consultora internacional CB Opinión Pública, su imagen sigue en caída y la ubica entre las jefas de Estado con peor valoración en Sudamérica.
El estudio, realizado entre el 14 y el 20 de junio de 2025 a más de 12.000 personas mayores de edad en diez países de la región, indica que Boluarte cuenta con apenas un 22.3 % de aprobación, mientras que su desaprobación alcanza el 73.7 %. Estas cifras la colocan en el penúltimo lugar del ranking regional, solo por encima del presidente boliviano Luis Arce, quien obtiene un 21.2 % de respaldo frente a un 76.2 % de rechazo.
La presidenta peruana mejora ligeramente en comparación con mayo, cuando registró una aprobación del 19.8 %, pero sigue siendo una de las líderes más impopulares del continente. El contraste es evidente frente a presidentes como Javier Milei (Argentina), quien lidera el ranking con un 53.5 % de imagen positiva; Daniel Noboa (Ecuador), con 52.4 %; y Yamandú Orsi (Uruguay), con 47.2 %. También aparecen con niveles superiores de aceptación Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Gabriel Boric (Chile) y Santiago Peña (Paraguay).
A nivel nacional, la situación de Boluarte es incluso más compleja. Un sondeo paralelo de Datum Internacional, publicado por El Comercio, muestra que la presidenta cuenta con apenas un 3 % de aprobación, la cifra más baja para un mandatario peruano en más de 40 años. Su desaprobación se mantiene en un 94 %, y ha superado el 90 % de forma sostenida durante más de un año.
El descontento también se extiende al entorno gubernamental. El jefe del Gabinete Ministerial, Eduardo Arana, enfrenta un 78 % de rechazo ciudadano, el nivel más alto en casi tres lustros. Por su parte, el Congreso de la República registra solo un 8 % de aprobación. En las regiones del país, la presidenta alcanza cifras mínimas: apenas un 2 % en el norte y un 1 % en los sectores sociales más vulnerables.
Dina Boluarte: respuesta desde Apurímac
En medio de este panorama, Boluarte defendió públicamente su gestión durante un acto oficial en Aymaraes, Apurímac, con motivo del bicentenario de esa provincia. Desde su tierra natal, la presidenta sostuvo que su gobierno se distingue por una gestión basada en resultados concretos, a diferencia —dijo— de quienes buscan desestabilizar el país con motivaciones ideológicas o personales.
Afirmó también que su administración no se distrae con críticas ni campañas de desprestigio, y que continuará hasta el final de su mandato trabajando con «punche» y determinación. Según expresó, su gobierno ha sido reconocido internacionalmente como ejemplo de gestión frente a modelos fallidos que, a su juicio, han apostado por la división, el estatismo y el enfrentamiento ideológico.
Aunque la presidenta se muestra firme en su defensa, las cifras reveladas por los estudios de opinión reflejan un desgaste creciente y una desconexión profunda con amplios sectores de la ciudadanía, tanto en Lima como en el interior del país.