Por: Omar J. Candia Aguilar/ ocandia@unsa.edu.pe
Apunte Jurídico... En la arquitectura jurídica global, el Derecho Internacional tiene como objetivo preservar la paz, fomentar la cooperación entre Estados y garantizar el respeto a los derechos humanos. La Carta de las Naciones Unidas, representa el pilar fundacional del orden internacional contemporáneo.
No obstante, los recientes ataques llevados a cabo por Estados Unidos e Israel contra Irán evidencian una profunda crisis del sistema multilateral. El incumplimiento sistemático de normas fundamentales, como las contenidas en los artículos 1, 7 y 23 de la Carta de la ONU, revela un doble estándar que favorece a las potencias nucleares y debilita gravemente la legitimidad del Derecho Internacional.
El artículo 1 de la Carta de las Naciones Unidas establece que uno de los propósitos fundamentales de la ONU es «mantener la paz y la seguridad internacionales» mediante «medidas colectivas eficaces». Asimismo, el artículo 7 define los órganos principales de la organización, entre ellos el Consejo de Seguridad, encargado de garantizar el cumplimiento de estos fines.
El artículo 23, por su parte, establece la composición del Consejo, incluyendo a los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) con derecho a veto, una estructura que, en la práctica, ha paralizado el funcionamiento imparcial del organismo.
Lo decimos con dolor “nada de esto se ha cumplido”, nos seguimos matando, seguimos sometiendo a dolor y sufrimiento a inocentes. El derecho internacional ha fracasado, hoy los estados hacen autotutela, defienden sus intereses geopolíticos y geoestratégicos, el egoísmo y la frivolidad está por encima del dolor humano, está por encima del derecho y los tratados internacionales.
En nombre de la “paz” y de la “autodefensa preventiva” Israel y EE.UU., atacan las instalaciones nucleares de Irán Fordow, Natanz, e Isfahán.
Pero este argumento no es nuevo, lo utilizó el ex presidente Bush acusando a Irak de tener armas de destrucción masiva y vínculos con Al-Qaeda, en contra de las resoluciones de la ONU; sin embargo, nunca se comprobó que Irak tenía el material bélico del cual fue imputado.

En esta nueva coyuntura, es necesario responder ¿Irán es una amenaza para la paz regional o mundial?, ¿Es Irán una amenaza de generación nuclear? ¿Irán es una potencia nuclear? ¿Qué países son potencias nucleares y porque no se destruye sus centrales nucleares?.
Las respuestas son sencillas: Irán mantiene una actitud de sosiego y paz con sus vecinos, Israel ataco a Gaza y son más de 53 mil inocentes que perdieron la vida; Irán firmo el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares y se sometió a las inspecciones técnicas respectiva, Israel por el contrario no lo hizo.
Apunte Jurídico… Irán no es una potencia nuclear
Irán no es una potencia nuclear, Rusia y EE.UU., son las potencias nucleares contando con 4 309 y 3 700 ojivas respectivamente, les siguen China con 600 ojivas, Francia con 290, Reino Unido con 225, India con 180, Pakistan con 170, Israel con 90 y Corea del Norte con 50 ojivas (Fuente: SIPRI).
Si verdaderamente los líderes mundiales quisieran la paz, aunque suele iluso, deberían destruir todas sus centrales nucleares, empezando por Rusia y EE.UU.; y no, que se imponga una destrucción selectiva y al margen del derecho internacional.
El Consejo de Seguridad, lejos de actuar como garante de la paz, se ha convertido en rehén de intereses geopolíticos y estratégicos. Mientras las potencias nucleares continúen disfrutando de un estatus de inmunidad jurídica y política, será imposible hablar de un orden internacional justo y equitativo.
La comunidad internacional necesita una reforma profunda del sistema de Naciones Unidas que incluya la democratización del Consejo de Seguridad, el fin del veto y el establecimiento de mecanismos vinculantes que garanticen el cumplimiento efectivo del Derecho Internacional.
El mundo no puede seguir tolerando que el poder militar y la posesión de armas nucleares otorguen licencias para violar el derecho. El Derecho Internacional ha dejado de ser una herramienta para la paz y se está convirtiendo en una simple coartada para la hegemonía de unos pocos.