Por Christiaan Lecarnaqué Linares
EL PIRATA| Hablemos de Películas… Cuando miraba Soltera, Casada, Viuda, Divorciada 2 me puse a recordar películas sobre amigas en el cine o series. Me llegaron recuerdos de la reciente tercera temporada de The White Lotus en que tres amigas se pelean y terminan más unidas. Del mismo modo recordé Chicas Pesadas (Mean Girls), Damas en Guerra, La boda de mi mejor amigo, donde dos mujeres compiten ferozmente por el amor de una mujer.
Todas estas películas tienen algo en común: amigas del alma que pelean con uñas y dientes y terminan más amigas que nunca. Eso no se observa en Soltera, Casada, Viuda y Divorciada 2. En esta comedia peruana suavecita el conflicto simplemente no existe.
Es como si se retratara a peruanos y peruanas promedio que prefiere obviar las verdades y simular amistad eterna para evitar problemas.
La película solo es una exposición de los líos personales de las cuatro protagonistas combinada con bromas, ocurrencias y conversaciones rápidas. Aquí ni siquiera hay enredos.
EL PIRATA: POR QUÉ LE TEMEN AL CONFLICTO
Pero este es un problema de las películas comerciales peruanas ¿Por qué le temen tanto al conflicto? ¿Será un problema de creatividad o una decisión práctica de complacer al espectador peruano y mantenerlo sentado en una butaca de cine con bromas básicas?
Más parece lo segundo porque si la fórmula ya funcionó ¿para qué reinventarla? Las carcajadas que escuché en la sala de cine, mayormente del público femenino, le dan la razón a esta premisa.
LA CLAVE ESTÁ EN EL HUMOR
La película funciona porque prioriza más las bromas y ocurrencias, incluso algunas adaptadas del Tik Tok, como aquella que se produce en el spa. ¿Qué tiene de malo pasar un buen rato en el cine? Hollywood lo hace porque no lo haría el Perú.
Esta película toca temas importantes entre las mujeres como la menopausia (siguiendo algunos estereotipos), el poco interés por el matrimonio, volver a casarse o no luego de la viudez o la soledad en la tercera edad, aunque sin la debida profundidad.
PREGUNTAS AL AIRE
Sigo pensando que si una cinta se planteó divertir a su audiencia y logró, pues el objetivo está cumplido. Entonces ¿Deberíamos dejar de escribir que por momentos el filme parece una publicidad de YouTube?
¿Que los hombres tienen respuesta a los problemas de estas mujeres en apuros? ¿Qué casi todas las protagonistas terminan sus historias tal cual como empezaron la historia?
Por ejemplo, Lorena no quería casarse, entonces ¿el riesgo es no casarse y continuar con su vida de madre no planeada, cuando desde el inicio de la película renegaba de ella? Pasamos de una chica con problemas para lidiar con hijos ajenos, aunque sonriendo en la toma final.
Connie extraña a su nieto llevado a España y termina extrañándolo con una sonrisa; Catalina no acepta la menopausia y al final la acepta con una sonrisa; mientras que a Cecilia parece irle mejor ya que pasa de viuda a empezar una relación, sin sus consultorios médicas, en las heladas montañas de Chile. También sonríe al final.
En el balance la película tiene problemas, pero a su favor está el público que viene llenando las salas de cines. Aquí no importa si hay mensajes profundos o actuaciones destacadas, sino solo divertirnos.
P.D. Gianella Neyra y Facundo Arana vuelven a reencontrarse en esta película luego de protagonizar la telenovela argentina Yago, pasión morena, estrenada el 2001. El personaje de Arana llegó en el momento perfecto para reconstruir la vida de Cecilia (Gianella) y de paso aprovechar la nostalgia que podrían causar estos dos actores que trabajaron juntos en esta novela.
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