Anieska Delgado
A solo 15 minutos del pueblo de Cabanaconde, un nuevo destino lleva ganando terreno en el circuito turístico del Cañón del Colca, en la provincia de Caylloma. Se trata del Mirador de Achachihua, un espacio natural que, aunque poco conocido, promete sorprender con una de las mejores vistas del lado menos explorado del cañón, impulsando el turismo de la zona.
Desde este punto, los visitantes pueden apreciar una panorámica única del valle interandino de Sangalle, Cinillo, Chuwirca y los pueblos de Tapay, San Juan de Chucco y Llahuar. Además, si el clima lo permite, se puede observar el vuelo de cóndores que anidan en las paredes del cañón, un espectáculo natural que cautiva a todos los visitantes.
“Achachihua es más que una vista bonita. Es un lugar donde el visitante puede conectarse con la naturaleza en total tranquilidad. Eso es lo que buscamos destacar”, señaló Solange Málaga Cáceres, gerenta de Autocolca, entidad que ha empezado a promover el mirador como una nueva opción para quienes visitan el Colca.
Uno de los principales objetivos es prolongar la estadía de los turistas en Cabanaconde, ya que actualmente la mayoría solo llega hasta la Cruz del Cóndor y retorna a Chivay sin conocer otros atractivos.
“Queremos que los viajeros descubran más, que no solo vengan por un full day, sino que se queden y conozcan la riqueza natural y cultural de la zona”, agregó la funcionaria.

Camino a Achachihua está señalizado
Para facilitar el acceso, Autocolca ha señalizado la ruta al mirador y colocado paneles informativos, aunque también se recomienda ir con un guía local para conocer mejor la historia y los secretos del lugar.
Desde Achachihua, también es posible observar atractivos como la catarata de Huaruro y el famoso Oasis de Sangalle, todo desde un entorno silencioso y sin aglomeraciones. El mirador fue inaugurado en abril, pero recién ha comenzado su promoción formal.
Con esta nueva propuesta, Cabanaconde busca posicionarse como algo más que una parada obligatoria, y Achachihua podría convertirse pronto en una joya escondida del turismo arequipeño.