Por: César Palma Galindo
VIVENCIAS… Comenté que mi madre decía que tenia una inteligencia por encima del promedio y que podía lograr todo lo que me proponga. Razón no le faltó y ojo lo decía luego de ver a los especialistas. Pero no sé como realizaron esos exámenes.
Después del colegio siempre hice lo que quería, estudié unos años medicina veterinaria, ingresé en un buen puesto por la Pre – Católica. Mi hermanita y yo estudiábamos diario para ingresar, en su caso había seguridad, en el mío generaba muchas dudas así que fue una real alegría mi ingreso.
No voy a negar que fueron años de mucha diversión, años perdidos al no tener la vocación debida. Esos años le di la espalda a la política partidaria y no voy a negar mi acercamiento al PPC desde niño.
Teresita y mi mamá Lucy, sabias ella me decían porque no estudiaba lo que me gustaba (periodismo) y que como siempre ellas me apoyarían y lo hicieron siempre, tras años perdidos decidí el cambio de carrera.
Cuando vas a reuniones diferentes, de amigos o familiares, siempre escucharán que los únicos que no son bienvenidos son los políticos y los periodistas y yo decidí seguir ambos caminos.
Soy bueno en lo que hago a pesar que me gusta ir en la misma dirección del salmón, no soy de caminar con las masas pero me gusta entender porque lo hacen, aprecio sus puntos de vista así no los comparta.
Mi gusto por la política se inicia realmente en los 90 cuando salíamos a apoyar al Fredemo, liderado por Vargas Llosa y me escaba del colegio junto a mis compañeros a las galerías Gamesa donde estaba el local de quien fuera diputado y se le conocía como el Pollo Delgado.
Luego de ingresar a la universidad y dejar el gusto por la política partidaria me dieron la sorpresa de pertenecer al Comité Electoral donde observas que hay mucho que cambiar y deseas ser parte del juego para cambiar al mounstro por dentro.
Luego las prácticas de periodismo me acercaron nuevamente al PPC y comenzó mi vida partidaria donde encontré un grupo de gente simpática que en su mayoría deseaba cambiar las cosas
Llegaron junto a este cambio invitaciones a cursos sobre liderazgo, descentralización, regionalización, gestión publica entre otras, la emoción de darme la oportunidad de aprender para apoyar a otros nublaba en algunos casos mi criterio.
La vida partidaria me dio la oportunidad de trabajar en el centro político del país, el Congreso de la República y junto a ello poder tomar mas cursos a pesar de que en el camino deje de lado diplomados fuera del país, algún trabajo en la capital y hasta la oportunidad de estudiar allá becado, pero en ese momento era difícil para mi.
Con timidez se me dio postular y me di el gusto de decir lo que quería hacer para mejorar mi localidad no gané pero creo que mi discurso convenció a personas que no conocía y de pronto me saludan y hacen saber que para algunos fui una buena opción.

VIVENCIAS… Teresita siempre estuvo a mi lado y decía que no me rinda
Recuerdo aún en la universidad nos permitió hacer una bambalina en casa, temperas (muchas) y jóvenes de muy buen ánimo nos pasamos el día haciendo nuestra única bambalina en aquellas elecciones.
Mi mamá como siempre atendiendo a los mocosos idealistas con sanguchitos con carne y vegetarianos según los gustos de cada uno.
No me arrepiento de escoger dos opciones que a las personas no les gustan, pero hay que estar ahí y tratar de sobresalir para ser la voz aunque sea de dos personas. La idea debería ser ganar, pero mejor idea es que existan personas a las que les das la voz que necesitan para ser escuchadas.